Luego de la marcha en calle Corrientes para reclamar la reactivación de la actividad teatral, Flavio Mendoza se mostró muy crítico ante quienes no se sumaron a su convocatoria el pasado 9 de noviembre. "Muchos me dijeron que les daba miedo ir por la pandemia y lo súper entendí, pero hubo otros que ni siquiera lo difundieron en sus redes. Me da tristeza que la gente sea tan egoísta", disparó el productor teatral en diálogo con "Espléndidos e infidentes", el programa que conducen Adriana Salgueiro y Daniel Ambrosino en La 990.

"Hay muchos que me desilusionaron. En un punto digo: "Gracias a Dios que ya estoy grande y tengo una lista de gente con la que nunca trabajaría". Me desilusionan como seres humanos. Me desilusionar el poco sentimiento hacia el otro", agregó, sin dar nombres. Pero al hablar de los espectáculos que producen Nito Artaza en la modalidad autoteatro, no ocultó su enojo: "Me hubiera encantando que Nito fuera a la marcha y esté con nosotros acompañando".

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Flavio Mendoza: "Me hubiera encantando que Nito Artaza fuera a la marcha"

Además, Mendoza habló de los motivos que lo llevaron a organizar la convocatoria a la que asistieron grandes figuras dle mundo del espectáculo, como Carmen Barbieri, Luis Brandoni, María Rosa Fugazot, Raúl Lavie y Georgina Barbarossa, entre otros. "Durante ocho meses hubo mucha gente muy callada y cada vez que hablaba un productor o gente que representa nuestra actividad, no veía un discurso claro... Quizás ellos no tienen alrededor como tengo yo bailarines, acróbatas, gente de circo, que habían empezado a vender pastelitos y churros y cuando se empezaron a abrir los rubros dejaron de ser novedad y no tienen ingresos", manifestó.

Y concluyó: "Tenemos que pensar en el otro también, no solamente en nosotros. Se tornó algo más político y yo no lo entiendo porque no milito ni nada. Estoy a favor del que hace cosas para que los demás estén mejor". En cuanto a la reactivación de su actividad, aseguró que es consciente de que "va a ir a pérdida" pero que necesitan volver a trabajar frente a un posible rebrote cuando termine el verano. Sin embargo, es difícil cumplir con los protocolos que exigen las autoridades.