Alexis Puig volvió a apostar al amor, tras 19 años junto a Lola Cordero. Con pocos meses de noviazgo, el periodista decidió dar el siguiente paso y se casó con su nueva novia, Luciana Méndez, en el Registro Civil de la Comuna 15, en una breve ceremonia a la que acudieron sus amigos más íntimos y algunos familiares.

Pero la salida no fue con el romanticismo que pensaron. Estaban varios medios esperándolos para hacerle notas y a la novia no le habría gustado que los familiares opinaran frente a cámaras. El novio aclaró que "estaba un poco nerviosa, se puso nerviosa con las cámaras, no está acostumbrada. Se sintió agobiada. Me gusta que se hable de mi trabajo, no de mi vida. No voy a hablar más del pasado, lo que tenía que decir lo dije.

Por su parte, el cronista de Intrusos que estuvo presenciando la boda comentó: “Estuvimos ahí y fue un momento incómodo. Dieron el sí y, de un momento a otro, ella agarra sus cosas, se prende un cigarrillo y se va sin hablar con nadie”.

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“A ella le incomodaba mucho la presencia de los medios, es una persona que no quería estar ahí. Exactamente cinco minutos después de dar el sí, agarró sus cosas y se fue seguida de Alexis que, al ver esa situación, claro, acompañó a su reciente mujer. Estaban a punto de hablar y ella dijo ‘No, no, no’, agarró el cigarrillo y se fue”, detalló el cronista.

Hace pocos días, la pareja había hablado con la revista Gente. “Cuando yo terminé mi relación con Lola (Cordero) saqué un comunicado en los medios contando la noticia. Luciana se estaba separando, lo vio en las historias y me escribió. Yo los miércoles tengo la costumbre de subir los estrenos de cine. Me acuerdo de que un día subí las recomendaciones y ella me respondió: ‘¿Cuál vamos a ver?’. Ni hola, ni nada. Yo dije ‘bueno, la que quieras’. Chequeamos horarios, fuimos y fue un flechazo. Nos conocíamos sólo por likearnos fotos en Instagram: ni si quiera tuvimos conversaciones previas”, contó el periodista.

“Básicamente mi reacción fue la de querer verla al día siguiente. Yo, en ese momento, estaba viviendo de prestado, con todas mis cosas en cajas, y más o menos entre veinte días y un mes después nos mudamos juntos. Fue todo muy frenético. En un momento perdimos la noción del tiempo. Parecía que estábamos juntos hacía un montón”, continuó.

Al poco tiempo del flechazo, decidieron casarse pero no salió todo como lo tenían planeado.