La segunda gala de expulsión de Gran Hermano dejó algunos interrogantes para el público. Por un lado, Santiago Del Moro cambió la manera de anunciar quiénes continúan en la casa. En lugar de comunicar quién de los tres nominados recibió menos votos, para que al final del programa queden solo dos en placa, esta vez hizo que Martina, Juan y Nacho esperaran hasta casi la medianoche para conocer la voluntad del público. Y por otra parte, sorprendió la ausencia de Roberto Funes Ugarte en la puerta de la casa, donde una semana atrás recibió a Tomás Holder, pero no pasó lo mismo con Martina.

Estos cambios dispararon todo tipo de especulaciones en las redes sociales, donde algunos señalaron que el periodista había decidido renunciar al reality, argumentando que no se lucía en ese rol. Sin embargo, en diálogo con Noticias Argentinas se encargó de aclarar los motivos que lo llevaron a no seguir en las galas de los domingos, pero sí continuar con la conducción de La noche de los ex, los viernes, y La fiesta, los sábados.

"En realidad lo que pasa es que antes la casa de Gran Hermano y el estudio estaba todo junto, pero ahora la casa está en un lugar y el estudio queda a 15 cuadras. La otra vez, cuando recibí a Holder, se tardó mucho en el traslado. Tiene que ser bastante rápido y no se puede tardar un minuto porque está todo cronometrado, entonces si lo recibo y le hago preguntas, no hay mucho tiempo para que llegue al estudio y el programa se acaba", señaló Robertito.

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"Si estuviese todo en el mismo lugar, todo bien. Estamos a 15 cuadras y para agilizar los tiempos se decidió que el participante eliminado salga directamente a la camioneta y 'vuele' lo más rápido que se pueda para llegar a tiempo al piso", agregó. Por lo pronto, en el debate de los lunes, Del Moro seguirá teniendo su mano a mano con el último participante que quedó fuera de competencia, los martes se conoce quién es el "líder de la semana" y cuenta con inmunidad; mientras que los miércoles es la gala de nominaciones y el jueves, el "líder" tiene la posibilidad de salvar a uno de los jugadores que quedó en placa.