La diputada provincial, Amalia Granata, contó el mal momento que vivió cuando debió someterse a una pequeña cirugía para sacarse un granuloma en su labio que no le permitía movilizarlo. Durante los minutos que duró todo iba correctamente, pero lo peor vino cuando la misma finalizó.

Según relató la diputada, conversó con su médico sobre la molestia que tenía y como respuesta recibió que solo se precisaba hacer una microcirugía con anestesia local. Ante ello Granata le manifestó que en una oportunidad ya había tenido problemas con la anestesia que le generó una taquicardia

Con este pronóstico se realizó chequeos prequirúrgicos que todos dieron bien: “Tenía turno el lunes a las 10 de la mañana, me hacían una mini sedación, me sacaba el granuloma y volvía a mi casa, eran diez minutos”, señaló en su programa de radio en donde trabaja como columnista.

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Durante la cirugía todo venía perfecto, se le extrajo el granuloma, pero al momento e despertarla no había manera de que reaccionara: “Tenía el cuerpo totalmente muerto y yo consciente. Sentía la desesperación de los médicos que trataban de reanimarme”, relató

Mientras eso sucedía Amalia sostuvo que empezó a sudar helado: “Fue tal la desesperación que sentí que me moría. No vi ninguna luz blanca, pero no podía respirar y mi cuerpo no reaccionaba. Así que le dije a Dios ‘llevame o salvame’”.

Minutos más tarde pudo balbucear y abrir los ojos lo que sin dudas tranquilizó a los especialistas y a la propia diputada: "Los médicos me sientan, me dan la mano y empecé a llorar. Me preguntaron si estaba muy estresada y les dije que sí”. 

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Según pudo contarle después la anestesista, la situación que vivió en el quirófano está relacionado a un momento de estrés: “Yo acabo de terminar seis materias, viajo constantemente por la ruta, algo que me pone muy nerviosa, tengo los chicos. Estoy sobrepasada y la anestesióloga me explicó que me relajó tanto la anestesia que me pasó esto”.

"El cardiólogo me dijo que era estrés y que tenía que bajar un cambio. Yo soy muy activa, me pongo a estudiar, la legislatura, la radio, los chicos, tengo a veces sobrecarga de cosas y evidentemente el cuerpo me pasa factura”, expresó.

En este sentido y tras el feo momento que vivió, la diputada anunció que se tomará unos días de descanso y reposo para reponerse y seguir con la agenda parlamentaria.