A los 62 años, Susana Romero está atravesando su peor momento. La ex vedette, que hizo conocida por su trabajo junto a Olmedo y Porcel, viene de meses muy complicados en relación a su salud. Y según contó en “Confrontados”, está transitando estos días con mucho miedo y en soledad, ya que una de sus hijas vive en España y la otra, se encuentra en Buenos Aires pero no la puede visitar por la pandemia.

"En los últimos tres meses tuve dos operaciones de corazón muy complicadas. No me siento bien, me falta el aire, estos días no me ayudan y la soledad tampoco. Ayer y hoy fueron los peores días, en cambio hay otros días en los que zafo”, relató la actriz. Y agregó: “Estoy en plena recuperación y falta todavía porque encontraron también que tengo una parte de la carótida semi tapada. Es por el estrés, porque no fumo, no tomo nada".

Si bien Romero lleva un estilo de vida muy sano, hace tiempo que le diagnosticaron problemas cardiovasculares severos. “Hace más de tres años que vengo con problemas y cada vez peores porque nadie daba en la tecla. Pensaban que era un tema óseo y otras cosas, menos lo que tenía. Con los estudios, me dijeron que no tenía nada en los huesos y que quizá fuera algo cardíaco. Y salió que sí, tengo un soplo en el corazón de toda la vida. Tengo el 76 % de las arterias tapadas, y también la femoral de las piernas, más el corazón y la carótida”, explicó.

Y además, dio detalles de las intervenciones a las que se tuvo que someter. “Me quisieron hacer tres by pass y me negué. Entonces, me hicieron cinco stent en las piernas. Me tuvieron que coser las arterias. Tomo muchos remedios, estoy harta. El médico me obligó a hacerme la segunda operación. Yo no me quería operar más. Cada una duró seis horas. Estoy tan cansada... Y me hice las dos operaciones en el medio de la pandemia, con apenas un mes y pico de diferencia. Pero bueno, sigo respirando. Hasta cuando, no sé”, dijo notablemente agotada.

Por último, contó cómo la acompañan sus hijas, fruto de su relación con Abel Jacubovich, a la distancia: “Estoy acostumbrada a estar sola siempre. La nena tiene mucho miedo, no la puedo obligar. Mis hijas me llaman todos los días, mi hija de España y mi hija de acá me manda lo que necesita para que no salga a comprar. De lejos, me cuida un montón, y hace lo que puede. El tema bravo es a la noche. Tengo el botón antipánico, pero si me caigo redonda en el piso, no puede abrir nadie. No quiero pensar. Me dijeron que tenga una enfermera pero no quiero, estoy acostumbrada a estar sola”.

El complicado estado de salud de Susana Romero