Con la irrupción de la pandemia de Covid-19 a principios de 2020, el panorama laboral de Diego Pérez, como el de tantas figuras de los medios, se vio severamente afectado. El Nueve decidió levantar Tu fabuloso finde, el ciclo que conducía junto a Verónica Varano y tampoco pudo seguir con las funciones de ¿Qué hacemos con Walter en teatro?, motivo por el que se vio obligado a vivir de sus ahorros. "En un principio pensé que iba a durar 15 ó 20 días, era como estar de vacaciones, hasta que empezó a vaciarse el monedero y tuve que empezar a generarme otros trabajos", cuenta en una charla con Noticias Argentinas.

Así fue como empezó a producir un ciclo de entrevistas en Instagram y distintos ciclos radiales. Hasta que en el verano tuvo la oportunidad de volver a subirse a las tablas con Los 4 fantásticos del humor, un show que protagonizó junto a Carna, Alacrán y Alfredo Silva, y que solo duró diez días en cartelera a raíz de los contagios de Covid-19 en el elenco y la poca convocatoria que logró en Mar del Plata. "Fue muy duro", recuerda el actor, humorista y conductor y destaca que luego de esos meses difíciles pudo volver a reactivar su carrera en radio, televisión y teatro. "El laburo me dio la revancha que tanto necesitaba", confiesa.

Sus días arrancan muy temprano, ya que de lunes a viernes conduce Los mañaneros en Radio Magna junto a la periodista Andrea Bisso. "Es un magazine que tiene mucho de espectáculos, deportes, información general y servicios salud, actualidad. No nos metemos tanto en político porque tratamos que la gente arranque el día con algo positivo", explica. Luego se divide entre las grabaciones de Pantagruélico, su ciclo de gastronomía en el Canal de la Ciudad y Rock N’ Fans, el ciclo de Maxi Pardo en América TV. Y como si esto fuera a poco a principios de junio le llegó una propuesta imposible de rechazar: protagonizar Toc Toc en calle Corrientes.

"Con todas estas propuestas ya estaba hecho, no pensaba hacer teatro ni creía que me fueran a convocar, pero de repente me llamó Carlos Rottemberg y me propuso cubrir el espacio que dejaba vacante Miguel Ángel Rodríguez en Toc Toc porque se fue a grabar una serie a Uruguay. No podía decirle que no, sabiendo el suceso que es, con la producción de Rottemberg y la dirección de Lía Jelin, de quien me enamoré inmediatamente", destaca con entusiasmo.

-Para un actor trabajar en un clásico como Toc Toc es un reconocimiento importante.

-Yo digo que es un premio adelantado. Que te convoquen para hacer una obra que lleva diez años en cartel en Buenos Aires y que a raíz del suceso teatral surgió la película es un placer. Tuve nada más que seis días para aprender la letra, preparar mi personaje y ensayar. Viví con Toc Toc, me explotó la cabeza. En el ambiente se dice que hacés "un toro" cuando reemplazás a alguien y la verdad es que siento que estoy haciendo un San Fermín. Mis compañeros, Ernesto Claudio, Gabriela Licht, Gabriela Grinblat, Natacha Córdoba, Diego Freigedo y Malena Figó me apoyaron de lleno, es maravilloso formar parte de este grupo.

-¿Cómo hiciste para preparar tu personaje en tan poco tiempo?

-Fue una experiencia hermosa, pero todavía no entiendo cómo hice para estudiarme la letra en tan poco tiempo, los movimientos. Yo vi varias veces la obra, con distintos elencos y traté de darle mi propio sello, para que no sea nada más un toc para la comedia. Más allá de lo divertido que puede llegar a ser, es algo que se sufre. Mi personaje niega sus trastornos y al igual que su familia lo padece. Cree que lo controla pero no puede hacerlo. En mi caso tengo muchos manías, como tener una copa preferida o me gusta sentarme en determinado lugar en la mesa, pero nunca tuve algo para ser tratado.

-Hace mucho tiempo que hacés televisión y te tocó sufrir en carne propia el levantamiento de los especiales de humor de ShowMatch, ¿te lo esperabas?

-El levantamiento me sorprendió, pero como hacía un mes que se había muerto mi vieja, pasó a un segundo plano. Creo que el humor va a volver, no con la asiduidad de salir todos los viernes, pero quizás con un especial por mes. O si Marcelo nos necesita en un día de semana, tanto yo como mis compañeros vamos a estar disponibles para el show. Somos soldados y fieles a él. La televisión está cambiando constantemente y se necesita darle al público lo que está buscando. Ningún programa le escapa a eso. 

-¿Por qué creés que este año los números no acompañan a Tinelli?

-No sé, eso se los dejo a los periodistas y a los analistas de los programas de televisión. Puedo decir mil cosas de por qué las cosas funciones o por qué no, pero en televisión nadie tiene la fórmula del éxito, sino todos estaríamos haciendo eso. El público tiene la respuesta a todas estas cosas y ojo, tampoco nadie arma un programa para que sea un fracaso. También hay una cosa de buitre despiadado. Con todo lo que nos han dado las grandes figuras como Mirtha, Susana, Moria y Marcelo, ¿no le podemos perdonar que una vez le vaya mal? Y tampoco es que le va mal, es que no le va tan bien como otros años.

-Recién mencionaste la muerte de tu mamá, ¿Cómo estás a nivel personal?

-Mi mamá murió hace dos meses, después de sufrir un derrame cerebral. Tengo a mi papá que quedó solito, entonces con mi familia tratamos de acompañarlo y apuntalarlo todo el tiempo, porque es difícil para el después de 57 años de casados. Necesita más atención que nunca y estoy dividido entre muchas cosas. Con todo este laburo, voy cuatro o cinco veces por semana a verlo porque quiero estar, apoyarlo y cuidarlo. La vida te la puede dar cualquiera, pero tanto él como mi mamá siempre estuvieron muy presentes y en el último tiempo me tocó ser un poco papás de ellos.

-¿Cuál es tu sostén anímico?

-Mi familia, desde ya. Tanto mi esposa como mis hijos, que también lo sufrieron mucho porque mi vieja era muy importante en la dinámica familiar. A mis hijos les digo que valoren haber conocido a sus cuatro abuelos. Y para mí fue importante haber tenido a mis dos papás durante 57 años y disfrutarlos tanto. Este año mi mamá cumplía 90 años y queríamos hacerle una fiesta, que no vamos a poder hacer, pero pudieron estar en muchos momentos importantes como los 15 de mi hija, que otros no pudieron disfrutar. Estoy triste pero estoy en paz y trato de enfocarme en todo lo bueno que vivimos.