Se cumplen 11 años de aquel martes 28 de septiembre de 2010 en el que súbitamente el corazón de Romina Yan dejó de latir tras sufrir un paro cardíaco.

La actriz tenía 36 años, tres hijos -Franco, Valentín y Azul, fruto de su matrimonio con Daría Giordano- y miles de proyectos personales y laborales cuando se descompensó en la saluda del gimnasio, en la esquina de Avenida del Libertador y Alvear, Martínez, y fue trasladada al Hospital Central de San Isidro, donde intentaron reanimarla sin éxito.

Y para recordar a su hija, Cris Morena decidió hacer un emotivo posteo en sus redes sociales. "Estás en todo. Eternamente en mí, hasta que volemos juntas, mariposa de luz. Por siempre", escribió la creadora de grandes éxitos infantiles como Chiquititas, Floricienta y Casi ángeles, junto a un video en el que se ven mariposas en la naturaleza, con el sonido de latidos de un corazón de fondo y la música instrumental de su tema Corazón con agujeritos, hasta que aparece la foto de Romina.

El pasado 5 de septiembre, día en el que Romina hubiera cumplido 47 años, Cris también la homenajeó con un video en el que repasó los mejores momentos de su carrera: desde Jugate conmigo, pasando por Chiquititas, hasta llegar a Bella y Bestia, la comedia que protagonizó con Damián De Santo.

"Así te siento, bailando con tus pasos para todos en el universo y dentro de mi corazón, eternamente mágica, en luz, mi Ro, te amo. Feliz cumpleaños, Mamá", escribió.

Meses atrás, invitada a PH, Podemos hablar, la productora reveló que recibe señales de su hija. "Es una me pasó hace cuatro días, muy fuerte. Yo creo que Romina está en las mariposas y los colibríes. El colibrí es un pájaro de sanación, me impresiona ese pájaro mariposa que no se sabe cuándo se detiene", relató.

Y continuó, emocionada: "Estoy en la mesa de casa, escucho un ruido raro y veo que se metió un colibrí en casa, estaba entre la ventana y el roller. Lo quise agarrar hasta que lo agarré. ¡No te puedo explicar lo que me pasó! No te lo puedo explicar… La toqué, la tenía ahí. Le pude sacar una foto para tenerla siempre. Dicen que es muy difícil agarrar un colibrí. Se dejó agarrar, ¿entendés? Lo llevé afuera, lo solté y dije 'gracias hija'. Sigue viniendo pero no entra. Tengo millones, deténganse porque lo no manifestado nos sostiene todo el tiempo".