Silvina Luna lleva más de dos semanas internada en el Hospital Italiano tras sufrir complicaciones relacionadas a la mala praxis ocasionada por el médico Aníbal Lotocki. En las últimas horas, los médicos intentaron retirarle la asistencia ventilatoria mecánica, sin embargo dieron marcha atrás ya que sus pulmones están débiles.

Fernando Burlando, el abogado de Silvina, habló y reveló detalles sobre la salud de la modelo. En su declaración aseguró que “evoluciona muy lentamente” y que “la visión grande desde el día de la intervención hasta la fecha está mejor”. 

Sin embargo, el abogado enfatizó que “la salud de Silvina es muy delicada”. “La conocí mucho antes de ser su abogado, era una mujer totalmente diferente a la que transitó estos últimos 13 años de vida, donde el tema central eran sus dolencias y su salud”, expresó en el programa “Hora 17”.

El letrado pidió que se mantengan las oraciones por la salud de Silvina. “Va a tener altibajos, pero tanto su hermano Ezequiel y la gente que la quiere, que la queremos, nos hemos volcado a pedir cadena de oraciones porque es lo que ella necesita. Hoy la esperanza está depositada en la oración”, comentó.

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También se refirió al trasplante de riñón que espera la modelo para que su salud mejore, sin embargo aclaró que esto no será suficiente. “No creo que un trasplante pueda terminar con los problemas de Silvina Luna porque el metacrilato que le colocaron en zonas profundas, o le colocó Lotocki, sigue entramado en ese tejido, es imposible extraerlo. Hay que extirpar los músculos y quedaría Silvina con una gran incapacidad”, explicó Burlando. 

Por otra parte, Burlando habló sobre el proceso legal de Silvina Luna contra Aníbal Lotocki, a quien acusan de realizar mala praxis en las cirugías estéticas que se realizó la actriz. “Soy el abogado de la causa que arribó a una sentencia condenatoria en primera instancia en contra de Aníbal Lotocki, el profesional que la envenenó”, informó. 

Además, explicó sobre la actividad de Lotocki: “Pedimos una medida cautelar para detenerla momentáneamente hasta que se defina la situación y no tuvimos resultado favorable. Sí lo tuvimos con la condena a cuatro años de prisión de cumplimiento efectivo y cinco años de inhabilitación por el delito de lesiones graves, que tiene como pena máxima seis años”. 

Y añadió: “Lo lamentamos, porque a pesar de que no parezca, todas las apariciones de él lo que generan en sus víctimas es un profundo dolor. Les lastima la psiquis de una manera muy violenta, es una verdadera revictimización”.