Chris O'Donnell, de galán adolescente a manejar su propia pizzería

Inició su carrera en los medios a los 14 años como modelo publicitario y rápidamente sintió que su camino era la actuación. Con el apoyo de sus padres y sus seis hermanos, Chris O'Donnell (50) se las ingenió para cumplir con sus responsabilidades escolares y dar sus primeros pasos como actor en películas como "Men Don't Leave", junto a Jessica Lange, "Tomates verdes fritos" y "Código de honor".

En 1992 dio el gran salto al interpretar a Charlie Simms en "Perfume de mujer", un film que co protagonizó con Al Pacino y por el que fue nominado al Globo de Oro como Mejor Actor de Reparto. Ese mismo año fue seleccionada como uno de los 23 nuevos prometedores actores en "Screen World" y todo indicaba que el actor nacido en Winnetka, Estados Unidos, tenía una enorme carrera por delante. Sin embargo, las cosas no salieron como esperaba.

Durante sus primeros años en los medios, su belleza y su talento ayudaron a que O'Donnell se perfilara como uno de los galancitos de su época. Y obtuvo papeles importantes en "Blue Sky", "Círculo de amigos" y "Batman Forever". Pero en 1997 su trabajo en "Batman y Robin" marcaría el fin de su auge.

Con George Clooney como Batman y la bellísima Alicia Silverstone como Batichica, O'Donell interpretó a Robin, el incansable amigo del héroe de Ciudad Gótica. Y como si esto fuera poco, lo habían elegido por encima Leonardo Dicaprio. Las expectativas eran altísimas: una historia que siempre funciona, un buen elenco y la producción de Warner Bros. parecía que era una combinación ganadora.

Sin embargo, el resultado no fue el que esperaban. Tanto que la película fue considerada una de las peores de la historia, no solo por las actuaciones, sino por la falta de contenido. Las críticas fueron despiadadas, y aunque Chris reconoció que se trataba de un producto excesivamente comercial, rescató que fue una buena experiencia laboral.

Pero sus trabajos posteriores se vieron bajo la sombra del fracaso de "Batman y Robin". La imagen de O'Donnell comenzó a perder fuerza en el medio y aunque participó en otras películas, como "The Bachelor", "29 Palms" y "A Little Help", nunca volvió a encarnar papeles importantes como en sus inicios.

En paralelo a su carrera artística, O'Donnell había cumplido con el mandato familiar de estudiar en la universidad y se graduó como Licenciado en Ciencias de la Comercialización. Asimismo, se casó con la profesora Caroline Fentress, con quien tuvo cinco hijos y fue su gran sostén durante sus años más difíciles.

Chris decidió cambiar su vida por completo. Ya había gozado de las mieles de la fama y del reconocimiento de sus pares y tenía ganas de frenar y poder formar un hogar convencional como en el que había crecido. "Amo lo que estoy haciendo, no siento la necesidad de hacer algo más. Pienso que, si yo fuera un hombre soltero, estaría haciendo otras películas y persiguiendo otras cosas, pero yo estoy en mi máximo 'ancho de banda' en este momento criando cinco hijos", dijo en una entrevista cuando le preguntaron por qué rechazaba trabajos más comerciales.

Nunca abandonó la actuación por completo. Tuvo participaciones menores en series y películas y desde 2009 forma parte del elenco de "NCIS: Los Ángeles". Pero también reparte su tiempo entre su familia, su religión católica y "Pizzana", su proyecto gastronómico. Lejos de los divismos que uno puede esperar de una figura hollywoodense, O'Donnell está seguro que con su cambio de vida eligió el camino correcto y que aunque ahora los flashes lo toman de costado, es un actor y un padre de familia feliz y satisfecho.