Luego de que Oriana Sabatini (24) revelara que hace diez años sufre trastornos alimenticios, Catherine Fulop rompió el silencio y contó cómo acompaña a su hija a la distancia, ya que la cantante se encuentra en Italia con su pareja, el futbolista Paulo Dybala. “Como padres hemos sufrido junto con ella y el posteo nos movilizó muchísimo porque nos tomó por sorpresa. Es algo muy de ella y por eso la quise respetar y no salí a hablar”, contó Cathy en un móvil con “Los ángeles de la mañana” y explicó que tanto ella como su marido, Osvaldo Sabatini están muy movilizados.

“Hicimos como tres videollamadas porque quería que sintiera que estábamos con ella y que la apoyábamos en su decisión. Me emociona mucho todo lo que pasa porque Oriana es una diosa y a veces la gente deja comentarios malos y me parece fuerte que critiquen sin saber lo que está viviendo el otro”, aseguró la venezolana y destacó el apoyó que recibió Ori por parte de mujeres del mundo del espectáculo como Nazarena Vélez y Mónica Ayos.

Asimismo, Fulop contó que tardó en reconocer que su hija mayor tenía un problema. “Era muy difícil todo porque uno no terminaba de darse cuenta si realmente era así , no la veíamos super flaquita, nunca fue ni gorda ni flaca. Sus amigas nos alertaron porque no comía”, relató. Y agregó: “Por suerte Oriana siempre fue muy madura y pidió ayuda”.

Y además, hizo una fuerte autocrítica sobre su influencia sobre su hija en relación y aseguró que “debio ser duro” para Oriana tener como mamá siendo una mujer famosa y reconocida por su físico. “En mi casa nunca hubo una obsesión por la comida. Siempre en la mesa estaba la elección y yo pensé siempre en el ejemplo que le iba a dar a mis hijas", sostuvo y continuó: "Yo creo que, más que nada, la presión es externa. Antes era decir algo sólo en un programa de televisión, ahora se replica por millones en las redes sociales. La generación de ella ha tenido que lidiar con que esto se viralice. Yo sé que las madres siempre somos el gran trauma de nuestros hijos pero te juro que en mi casa nunca se les obligó a comer sano ni tampoco chatarra".