Los últimos años fueron determinantes para gran parte de la población, ya que cambiaron las dinámicas de trabajo, de vincularse con el otro y de convivencia, entre otras cosas. Y a pesar de que actualmente los brotes de Covid-19 están más controlados, Ariel Tarico reveló que hay parte de su trabajo que aún no se anima a volver a hacer.

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"El encierro me generó cierta fobia y todavía no pude volver al teatro", reveló en una entrevista íntima con Pablo Montagna en Pasa Montagna, por Radio Rivadavia. "Caí en cuenta que estuve diez años seguidos haciendo gira, todos los fines de semana arriba de un micro, de un avión, yendo a todos lados, lejos de mi familia y no les estaba dedicando tiempo. No estaba haciendo los asados los domingos, mis pibes me reclamaban el hecho de no estar nunca en casa, de armar todos los viernes la valija y salir", señaló el humorista que acompaña los pases de Pablo Rossi con Cristina Pérez y Jonatan Viale con Nelson Castro en AM 630.

Además, confesó que si bien tuvo trabajo durante las etapas más duras de la cuarentena, no la pasó bien. "He estado deprimido en pandemia y he tenido que caretearla", explicó. Cabe recordar que el imitar venía de dos temporadas teatrales exitosas al lado de Fátima Flórez y al regresar a Buenos Aires, al poco tiempo el Gobierno decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio.

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"Muchas veces los colegas se indignaban cuando veian un acto presidencial en el que el presidente estaba abrazándose con gente y no se podía hacer teatro. Eso caló hondo en mucha gente que tuvo que comerse los ahorros, tuvo que reinventarse. El streaming fue una salida, pero era dificultoso. No era fácil", reflexionó en relación a la imposibilidad de trabajar que sufrieron muchos artistas y trabajadores del rubro.

En relación a sus inicio, contó que comenzó imitando a los grandes imitadores que veía en Badía y Compañía, a Minguito y a Juan Carlos Calabró, entre otros. Pero también tenía grandes ejemplos en su familia. "Mi viejo era imitador y hacía a Julio Marvi y Gina María Hidalgo", contó. Y gracias a la popularidad que ganó trabajando en radios, se animó a llevar sus rutinas sobre las tablas. "El teatro me dio la posibilidad de ahorrar y fue gracias a la radio porque el publico eran solo oyentes de radio. El que me venia a ver de casualidad, me descubría, porque todo estaba basado en la radio", concluyó.