Andrea Ghidone: “No soy vedette ni bailarina, soy una artista”
En una entrevista con Noticias Argentinas, contó detalles de su nuevo espectáculo “Buenos Aires el musical”, donde despliega su talento en el Tango.
Andrea Ghidone decidió darle un vuelco a su carrera cuando dejó de lado su rol de vedette y se dedicó de lleno al tango, su gran pasión y vocación que hoy la lleva a presentar un nuevo proyecto, muy ambicioso por lo cierto. Se trata de “Buenos Aires, el musical”, un espectáculo que fusiona tres géneros: el folclore, el tango y el flamenco.
Ya lleva diez años al frente de espectáculos de tango en los que logró mostrarle al mundo una disciplina autóctona que le dio muchas satisfacciones. “Estoy muy feliz, agradecida, amo el tango, hace muchos años que estoy y me encanta que haya este rubro dentro del teatro. Siento que tiene que ver con el desarrollo de nuestras raíces, de nuestra cultura, de lo que impacta eso en la vida de la gente. Para mí es extraordinario, así que muy feliz, muy contenta”, contó Andrea Ghidone, en diálogo con Noticias Argentinas.
La bailarina detalló que se encuentran de gira por el interior del país, pero luego llevarán el nuevo espectáculo a Calle Corrientes, con intenciones de poder desembarcar luego en Uruguay, su tierra natal.
El Tango y la Revista
Diez años dentro del rubro, llevaron a Andrea Ghidone a convertirse en una de las referentes del tango. “Las mujeres en el tango son empoderadas, son mujeres que tienen entre la delicadeza y fuerza. Tienen una mezcla exacta para que se vean las mujeres increíblemente bellas, femeninas, fuertes y elegantes”, aseguró.
Está tan encantada con la vida que lleva ahora, que no cree volver a trabajar como vedette: “Con el teatro de revista sentí que habíamos cumplido un ciclo, que lo de la revista para mí tuvo un ciclo hermoso en mi vida, que fueron mis comienzos acá en Argentina. Terminé el último año con Junto a Carmen Barbieri y Moria Casán, en ‘Escandalosas’ como primera vedette. Después de eso, ¿Con qué querés que trabaje?, ¿Qué querés que más haga? Era imposible superar eso. Con lo cual me di el lujo durante 5 años de trabajar con los mejores capocómicos y con los mejores elencos que se armaron en esas cinco revistas”.
“Prácticamente no existe la revista en sí. No existen tantos meses de gira, ni tantos meses de temporada. Ha cambiado mucho, así que sentí que era un ciclo y como el tango ya estaba en mi vida, fui por ese camino. Ya había empezado con esto de estudiarlo, sabía que era un género muy específico donde obviamente no era fácil entrar porque como cada nicho tiene sus reglas, sus formas, sus cosas. Y bueno, empecé con gente que me mostró, me contó, me llevó a todas las milongas, me hizo conocer a los mejores profesores. Empecé a hacer como un intensivo. Amo el tango porque me hizo muy bien. En mi vida, me enamoré de él y siento que hizo de mí algo mucho más completo, no solamente porque puedo bailarlo, sino que como persona el tango trabajó muchas cosas en mí. El tango no solo me cambió el cuerpo, sino la cabeza”, dijo.
Además, señaló: “No me voy a poner de nuevo un conchero. Eso claramente no lo haría, eso sí que no. Ni tengo esa sensación de querer llevar algo que tiene que ver con algún ritmo que no sea el tango. Si llegara a estar en una revista, lo haría haciendo lo que sé, que es el tango. Dentro de la revista es un género que pega mucho porque tiene una gran sensualidad, una gran pasión, una cosa también erótica que tiene que ver con esto de la conexión con el que estoy bailando. No soy ni vedette, ni bailarina, soy una artista funcional y una herramienta para brindar lo mejor arriba del escenario para que la gente la pase bien, sea feliz por un rato y disfrute lo que esté viendo”.
Su vínculo con los artistas
Andrea Ghidone fue protagonista de varios escándalos en sus años de revista, pero hoy ve todo ese mundo como una etapa lejana en su vida. “A muchos me he encargado de pedirles perdón. Uno tiene que saber reconocer que en algún momento pudo haber hecho cosas que lastimaron a alguien y a lo largo de este tiempo me he encontrado con personas con las cuales no hemos terminado bien, pero tuve la posibilidad de acercarme y reconocer mi parte. Trato de vivir en paz y de trabajar, que es lo que más me importa. Me gusta mucho trabajar de lo mío y eso me lleva mucho tiempo y mucha energía que claramente no se la voy a poner a toda esa parte que antes uno se la ponía. Me gusta vivir con mi cabeza en paz en armonía y si hay algo que siento que no estuvo bueno no puedo quedarme con eso dando vuelta. A mí me pasa algo muy fuerte cuando yo veo a alguien que no se hace cargo de nada y que cree que es una víctima de todo lo que le sucede”, indicó.
Ghidone reconoció que en sus años de revista era muy común el acoso a las chicas. “Cientos de veces en mi carrera artística pasaron este tipo de situaciones. Es terrible porque estaba naturalizado”, asumió la bailarina, que celebra que muchas mujeres se hayan animado a hablar y a denunciar a quienes abusaban de su poder.
Andrea no considera que su madurez se deba a haber cambiado la revista por el tango, sino que ocurrió a raíz de una situación traumática que vivió en el año 2014 cuando ladrones ingresaron a robar a su casa y en el interior solamente se encontraban su pequeña hija y su niñera.
“La madurez me la dio una situación en mi vida que fue un antes y un después: fue el robo de mi casa y el tema con mi hija. Claramente eso me vino a pegar una gran bofetada en mi historia y marca claramente un antes y un después donde uno entiende que hay cosas que te suceden que uno no puede manejar, que un otro las hace sin saber lo que está haciendo. Y ese odio y ese rencor que tenés contra el otro, tenés que de alguna manera transformarlo en otra cosa porque si no, te lleva puesta”, recordó.
Ese episodio la llevó a dejar su trabajo y dedicarse de lleno a estar junto a su hija. Entendió que la mejor opción era abrir su propia compañía para poder llevar a su pequeña consigo. Siguió su corazón y se dedicó al tango, una pasión que hoy es su sustento y su forma de vida.