Alejo García Pintos: “Para mí fue un orgullo formar parte en Argentina, 1985”
El actor contó sobre su participación en la cinta nominada a los Oscar como Mejor Película Extranjera, cómo recibió la noticia del fallecimiento de Claudio Da Passano y su relación con Victoria Alonso, la presidenta de Marvel Studios.
Alejo García Pintos dialogó con Pablo Montagna para su programa emitido por Radio Rivadavia, Pasa Montagna, en el cual habló sobre su participación en Argentina, 1985, cinta nominada al Oscar como Mejor Película Extranjera. La noticia se dio un día antes del fallecimiento de Claudio Da Passano, actor que integró el elenco y cuya noticia causó conmoción en todo el país.
“Deseo que vuele lindo y se encuentre con su hermana, su mamá y su papá. Yo creo en esas cosas. Creo que todos cumplimos un ciclo en algún momento, la cabeza nuestra inconscientemente dice ‘hasta acá puedo’. Los que nos quedamos enojados somos nosotros porque ellos nos dejan, pero seguramente tenía que desparramar toda su alegría y risas por otros lados”, reflexionó el intérprete sobre la muerte del actor que le dio vida al dramaturgo Carlos Somigliana.
“Debuté en teatro junto a su mamá y junto a él. Ahora nos encontramos en Argentina, 1985, donde si bien no compartíamos historia, sí compartimos locación. Tuvimos muchas horas de motorhome juntos, charlando y poniéndonos al tanto”, agregó al respecto.
García Pintos también habló sobre cómo fue recibir la noticia de la nominación a los Oscar. El actor se encontraba en videollamada con Victoria Alonso, su gran amiga y productora de la película, quien también es presidenta de Física, Postproducción, VFX y Animación de Marvel Studios. Juntos, pero a la distancia, vieron a través de la web oficial de la Academia el momento en el que anunciaban que Argentina, 1985 competirá en la categoría de Mejor película.
“Gritamos con la nominación. Ahora estamos esperando, pero está muy difícil porque compite con películas muy fuertes. Casi todas las he visto y son realmente grandes películas, así que vamos a ver”, detalló.
Victoria Alonso y Alejo García PintosA su vez, confesó que la película lo transporta a La noche de los lápices “no por la calidad de la película sino por lo que se habla y por formar parte de ella. Todos los años se proyecta en algún lugar o se debate sobre ella. A partir de ahora, Argentina, 1985 va a seguir ese recorrido y pasará a ser material de debate en las escuelas y en las universidades una vez que termine todo el glamour de los premios”.
En cuanto al momento del casting, contó que nada tiene que ver su participación con la amistad que tiene con Victoria Alonso, sino que se enteró gracias a uno de los responsables del proyecto, Axel Kuschevatzky. “Me dijo: ‘Mirá, hay un proyecto que se va a hacer sobre el juicio y hay un personaje que creemos que tenés que hacerlo vos, que es uno de los jueces, que sería casi como un guiño. Vos vas a ser uno de los que escucha el testimonio de Pablo Díaz [sobreviviente de La Noche de los Lápices]’”, relató.
También dio su opinión sobre las críticas que se hicieron relacionadas a política: “En este tipo de películas las críticas ya parten con un prejuicio, no creo que en el crítico objetivo. Me meto mucho a leer y hay dos o tres que hablan de kirchnerismo. Si ellos supieran que en todo ese grupo humano no hay un solo kircherista se caen de oj… perdón por la expresión. La verdad, digo ‘qué ganas de embarrar la cancha por embarrar… ¿por qué?’. Hacé una crítica dentro de todo objetiva, porque objetiva no va a ser nunca. Si son amigos de x, nunca lo van a matar. Si el actor es kirchnerista y el crítico no, algún palito le va a tirar”.
Bajo este contexto, también contó sobre el momento en que se realizó la avant premiere y no pudo ir, pero hizo un evento especial para poder ver la película junto a su gran amiga. Y es que Alonso invitó a García Pintos a Washington porque iba a recibir un premio en la Casa Blanca y quería ser acompañada por él. El problema era que la cita era el mismo día que el estreno de Argentina, 1985.
“Un día me llama desesperada y me dice ‘El 27 es la avant premiere de Argentina, 1985. ¿Qué hacemos?’ y el 29 se estrenaba comercialmente. Entonces, le digo: ‘Mirá, vayamos a Washington a recibir tu premio, porque era muy importante, y yo te prometo que si Amazon te autoriza me encargo de organizar una función para los organismos de los derechos humanos el mismo 29’. Y así fue: el 29 llegamos a la mañana a Buenos Aires e hicimos una privada para todos los organismos sin prensa, actores ni camarógrafos”, comenzó en su relato.
“Obtuve una gran mano por parte de Taty Almeida, Estela de Carlotto y toda su gente, entre otros. Fue en un cine de Palermo y estuvo explotado con organismos de derechos humanos, en donde le entregaron un pañuelo a Victoria en forma de agradecimiento”, continuó.
En ese sentido, añadió una anécdota muy emotiva con Vera Jarach, Madre de Plaza de Mayo, y continuó con su repudio hacia las críticas por política: “Ella quedó ciega hace un tiempo y estaba ahí, adelante, con su silla de ruedas. Ella no ve y fue a un cine. En un momento me dice: ‘Yo quería escuchar la película, aunque sea. Qué lindo que se acordaran de nosotros otra vez’. Entonces… ¿qué me voy a poner a discutir si la película es muy radical o muy peronista, o que habla poco de Alfonsín? Alfonsín aparece en off y esa presencia lo hace más omnipresente que todo, porque todos reconocen esa voz y nadie va a desconocer su audacia en llevar adelante este juicio porque se la jugó”.
Por último, mencionó que tanto Argentina, 1985 como La noche de los lápices están a la misma altura. “Pero también Casi Ángeles, Chiquititas, Floricienta, Rodolfo Walsh en Cervantes… Cuando me dicen ‘¿Qué sentís cuando trabajaste como Cris Morena?’, respondo ‘Felicidad’. Me he reído y divertido mucho trabajando en estos otros proyectos, pongo a todos a la misma altura”, concluyó el actor.
LEÉ: Gran Hermano 2022: se conoció al nuevo eliminado tras una ajustada votación