La casa de Gran Hermano vivió un momento de gran emoción este viernes cuando Luciana Martínez, una de las participantes más reservadas de la nueva temporada, se animó a revelar su historia de vida y su identidad ante sus compañeros. En un conmovedor relato, la santacruceña explicó por qué había mantenido oculta su verdadera identidad durante más de una década.

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Desde el inicio del reality, Luciana había cautivado con su perfil intrigante, que incluía un misterioso pasado que no había compartido con nadie. En su presentación, la joven había confesado que su nombre real era Jorge Barrionuevo, y que durante los últimos 10 años había vivido bajo la identidad de Luciana Martínez, ocultando su verdadero ser a su familia, amigos y entorno social. "Hace más de diez años que a escondidas soy Luciana", dijo en su primer video, dejando entrever la angustia de una vida marcada por el miedo al rechazo.

A lo largo de su participación en Gran Hermano, Luciana había sido consciente de los prejuicios que aún persisten en la sociedad, y aunque algunos de sus compañeros ya sospechaban sobre su identidad, ella decidió esperar el momento adecuado para compartir su verdad. Fue durante la gala de eliminación, cuando el conductor Santiago del Moro le ofreció la palabra, que Luciana finalmente rompió el silencio.

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"Yo quiero aprovechar para contarles a todos mis compañeros que hace un mes y medio me despedí de mi familia siendo Jorge. Entré a esta casa para mostrar la persona que escondí hace 10 años", comenzó diciendo entre lágrimas. La emoción de Luciana era palpable mientras relataba cómo vivió ese duelo interno, describiendo la frustración que le generaba tener que esconder su verdadero ser.

"A mí Luciana Martínez me llena de poder. Tengo otra pisada. Jorge era una persona que lidiaba contra la frustración constantemente. Lo siento. Que todavía está acá. Por eso mi duelo, por eso callo, por eso tengo un nudo en la garganta. No me animaba, todavía no era el momento, porque necesitaba primero conectar con ustedes, conocerlos, observarlos, porque el afuera daña mucho, lastima y quiero sentirme empoderada para ese niño y esa niña que está del otro lado", continuó entre sollozos.

El relato conmovió profundamente a todos los presentes, y el propio Santiago del Moro, visiblemente afectado, se acercó para brindarle su apoyo. "Me dan ganas de abrazarte en este momento. No puedo, estamos lejos. Tu momento llegó. Vos elegiste esta instancia para comunicarlo y ahora ya toda la casa lo sabe", expresó el conductor, mientras los compañeros de Luciana la rodeaban para sellar el momento con un abrazo colectivo.