En una reciente edición de "La Noche de Mirtha", María Eugenia Vidal y su esposo Enrique Sacco abordaron una pregunta que ha intrigado a muchos desde su boda: ¿por qué no invitaron a Mirtha Legrand, la icónica conductora que los presentó en su programa en agosto de 2019?

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El inicio de un romance televisivo

El 3 de agosto de 2019, en el set de "La Noche de Mirtha", María Eugenia Vidal y Enrique Sacco se conocieron por primera vez. La química entre ellos fue evidente y, tras el programa, los tres se tomaron una foto y mantuvieron el contacto. Este encuentro casual marcó el inicio de una relación que, cuatro años después, culminaría en matrimonio.

Una boda íntima en San Antonio de Areco

Durante la reciente visita de la pareja al programa de Mirtha, la conductora no dudó en preguntar por qué no fue invitada a la boda. "Muy bien, gracias por invitarme", comentó Mirtha con su característica elegancia. María Eugenia Vidal, anticipando la pregunta, explicó con franqueza las razones detrás de esta decisión: "Era un campo todo lleno de barro porque llovió... Hicimos una cosa muy chiquita".

Vidal detalló que la celebración, realizada en San Antonio de Areco, fue pensada como un evento íntimo, reservado para familiares y amigos muy cercanos. "Tengo mucha gente ofendida porque no invité a casi nadie de la política, solo familiares y amigos muy cercanos", aclaró la exgobernadora, subrayando el deseo de mantener el evento lo más privado posible.

Consideraciones sobre la presencia de Mirtha

María Eugenia también expresó su preocupación por la comodidad de Mirtha en el entorno rústico del evento. "Pensábamos que si venía no íbamos a saber cómo atenderla", comentó Vidal, destacando la logística y el respeto hacia la conductora, dadas las condiciones del lugar. La pareja optó por un ambiente acogedor y familiar, donde se sintieran cómodos sus hijos y los hijos de Débora Pérez Volpin, la fallecida pareja de Quique Sacco.

Invitados de La Noche de Mirtha Legrand del sábado 6 de julio

La reacción de Mirtha Legrand

Con su acostumbrado humor, Mirtha suavizó la situación diciendo: "Era un chiste, era un chiste". La conversación continuó con risas y coincidencias en la idea de una posible celebración de aniversario, donde podrían invitar a todos aquellos que no pudieron estar presentes en el casamiento.