Por Antonio D’Eramo

El presidente ejecutivo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, admitió aquello que los actores del mercado energético sabían, la preocupación por el declive de la producción gasífera de la compañía que conduce, pero sorprendió al afirmar que, con su amplia red de gasoductos, podría transportar el gas producido en Vaca Muerta hacia Brasil.

De esta manera, la administración de Luis Arce ofrece a su nación como socia en las operaciones futuras en Vaca Muerta, como una alternativa al proceso de declive de los yacimientos andinos y de los ingresos de divisas que se producen por esas exportaciones.

Las declaraciones de Dorgathen se produjeron recientemente en el coloquio ofrecido por la Asociación Internacional de constructores de Pipe Line y Off Shore (IPLOCA) realizado en Santa Cruz de la Sierra.

Si bien es menester realizar inversiones dirigidas a cambiar el flujo de los ductos, los ingenieros de YPFB se entusiasman ante el aumento de la producción futura del yacimiento de gas no convencional neuquino que, al mismo tiempo, aguarda por la finalización de las obras del gasoducto Néstor Kirchner que, en una primera etapa, unirá las localidades de Vaca Muerta con Saliqueló en la provincia de Buenos Aires atravesando los estados de La Pampa y de Río Negro y, en una segunda parte, cubrirá el territorio entre Salliqueló hasta San Jerónimo en la provincia de Santa Fe, tramo que permitirá aumentar en un 25% la capacidad de transporte de los gasoductos troncales de la Argentina.

Durante fines de marzo y los primeros días del mes de abril, los funcionarios que responden a la secretaría de Energía que conduce Flavia Royón, supervisaron la finalización de las obras de cruces especiales de la Ruta Nacional 35 y las Rutas Provinciales 18 y 9 de La Pampa.

Por su parte la UTE, conformada por las empresas constructoras Sacde y Techint, anunció que “se está llevando a cabo la limpieza de los primeros tramos para dar lugar a las pruebas hidráulicas” y especificaron en un documento de prensa que, en lo referido a los frentes de soldaduras automáticas, “…se está trabajando por sobre la productividad prevista, avanzando a un promedio de 4,5 kilómetros de tuberías soldadas por día”, con la agenda en orden en cuanto a la debida finalización de las obras.

Funcionarios del área de energía del ministro de Economía, Sergio Massa afirmaron “…en la localidad de Doblas en la Pampa, en el km. 440 de la traza, se puso en funcionamiento una soldadura automática de caños. Una tecnología que se utiliza por primera vez en la Argentina. Un avance de última generación utilizado en los Estados Unidos que permite reducir los tiempos de obra al incrementar la cantidad de tubos que pueden soldarse por día, minimizando los errores y dando previsibilidad al ritmo de producción".

Consultados acerca de las recientes declaraciones de los funcionarios de YPFB que ofertarán sus gasoductos para llevar fluido a la voraz industria brasileña, afirmaron que “la propuesta va en línea con la caída de su oferta. Ofrecieron menos, pidieron más y estuvieron negociando. Ellos tienen una disminución muy marcada de la producción y compromisos asumidos con Brasil y Argentina, además del crecimiento del mercado interno”.

LEÉ: Bolivia espera ingresos por US$200 millones por venta de electricidad a la Argentina

En Bolivia, mientras tanto, los ingenieros de YPFB intentan ralentizar la caída productiva y hacen planes para expandir el gasoducto Gasbol, que une al país andino con Brasil. Se trata de una red de caños con una extensión de 3.150 km operado por Gas Transboliviano y por la compañía TGB en el tramo brasileño que es el más extenso y alcanza los 2.593 km.

En ese contexto para Dorgathen “Vaca Muerta no es una amenaza para el gas boliviano sino una complementación.  «Hay diferentes empresas que están visualizando la oportunidad de ingresar a Bolivia. La necesidad de gas que existe en el mercado brasileño es creciente, ya sea que el recurso venga de Vaca Muerta o de campos bolivianos”, afirmó.