La Argentina podría quedar con un 70% de pobreza, un 20% de desocupación y un déficit primario equivalente a más del 9% del PBI una vez que finalice la pandemia de coronavirus, que agravó una situación económica que ya venía en declive desde antes de su aparición.

El desalentador pronóstico pertenece a la consultora Economía & Regiones, dirigida por Diego Giacomini y que fuera fundada y conducida hasta 2013 por el ex ministro del Interior, Rogelio Frigerio.

E&R fundamentó sus proyecciones en que el país arrastra problemas económicos desde mucho antes de la pandemia, al punto de considerarlo "un caso único" con "dos décadas pérdidas", ya que "en 2021 el PBI per capita de Argentina estará 8% abajo con respecto a 1998", en tanto el promedio de los países de América Latina habrá crecido un 18% en el mismo período.

"La Argentina tiene la mayor destrucción de riqueza de la región, cayendo como nadie, salvo Venezuela", destacó la consultora, que recordó que "desde principios de año, siempre explicamos que la economía se dirigía hacia una gran crisis en 2020, aun antes de que tuviéramos noticias del COVID".

Con esa situación de arrastre, advirtió, "la Argentina no se recuperará por arte de magia, sino que seguirá cayendo si es que no soluciona sus problemas de fondo, que no son otros que un sector público que ahoga al sector privado con exceso de gastos, impuestos y regulaciones, impidiéndole hacer negocios y ganar dinero".

E&R subrayó que hasta la irrupción de la pandemia "la pérdida de empleo se relacionó exclusivamente con la construcción y la industria" mientras que el comercio y los servicios "venían 'aguantando' la parada sin despedir gente".

"Irremediablemente, esto dejará de ser así, los comercios cerrarán y el desempleo en el sector aumentará en forma relevante", alertó, al tiempo que consideró, en una estimación que calificó como "positiva" que la destrucción neta de empresas podría ascender a 38.000 casos.

Con esa perspectiva, E&R previó que "en los peores momentos de toda esta 'película'", el desempleo "podría subir hasta el 20% y la pobreza arrimar al 70%".

La consultora de Giacomini estimó que en ese escenario de caída "los ganadores serán quienes exporten, el sector agropecuario, algunas economías regionales y aquellos negocios vinculados con la seguridad", en la medida que "la caída del empleo, el aumento del desempleo, el derrotero del poder adquisitivo de los salarios y la expansión de la pobreza generarán mayor demanda" en este último aspecto.

Por otra parte, E&R sostuvo que hacer comparaciones entre la caída de la economía argentina con lo que ocurre en otros países "es un error conceptual", en tanto no se tenga en cuenta los diferentes puntos de partida.

Al respecto, indicó que "no es lo mismo caer 10% cuando venís creciendo todos los años, que caer 10% cuando venís con tendencia de caída hace diez años".

El segundo caso, en el que se alista la Argentina, "es infinitamente peor, ya que la economía se dirige hacia un nivel de destrucción de riqueza muy superior y mucho más grave, ya que implica una destrucción de capital y de riqueza que los otros países no tienen".

En consecuencia, "la capacidad de rebote y recuperación (debido a la destrucción de capital) se encuentra fuertemente comprometida a futuro".

"En otras palabras, Argentina no va a iniciar una tendencia de crecimiento económico sostenido a partir de 2021", vaticinó.