A contramano de lo que sostiene el Gobierno, tributaristas advirtieron este jueves que con la reciente modificación del impuesto a las ganancias aprobada por el Congreso, se aumentará la carga fiscal sobre las empresas.

En cambio, la posición oficial es que se mejorará la progresividad de ese impuesto, y se aliviará la carga fiscal sobre el sector privado.

El tributarista César Litvin advirtió que serán "muy pocas las empresas que van a pagar menos de lo que venían pagando, y por el contrario, muchas deberán abonar más". 

Litvin señaló que la reforma significa una "mayor recaudación para el Estado, cuyo objetivo es financiar la baja de Ganancias a los asalariados y, en definitiva, representa mayor carga fiscal para las empresas".

El CEO de Lisicki, Litvin & Asociados se quejó de que el Estado, "sin asumir riesgos ni invertir en capital, gana más que el empresario".

"Esta ley va por el camino equivocado a la necesidad imperiosa de la Argentina, que es generar empleo, y recordemos que el trabajo nace de la inversión privada", sostuvo Litvin.

El nuevo sistema establece alícuotas escalonadas en función de las utilidades de las empresas, que van del 25% para las ganancias de hasta $5 millones anuales; 30% para montos de entre $5 millones a $50 millones; y 35% para aquellas que obtuvieron más de $50 millones.

Cuando se sobrepasan esos valores en las tres categorías, la alícuota aumenta 7%, con lo que pasa a ser del 30,25%, 34,9% y del 39,55%, respectivamente.

El tributarista Santiago Sáenz Valiente advirtió que el cambio es una "trampa para las empresas, porque les hacen creer que reducen la tasa del impuesto a las Ganancias para incentivarlas, pero es mentira".

"No existen pymes que tengan una ganancia de $5 millones anuales, es muy poco", dijo el especialista en impuestos. 

Sáenz Valiente explicó que "si no permiten corregir tus resultados por inflación respecto de tu patrimonio anterior, se va distorsionando mes a mes, sobre todo teniendo en cuenta que tenemos una inflación del 50%".

"Pagás por una ganancia ficticia, por lo que la tasa del 30% se puede transformar en un 35%, 38%, hasta un 40%, y además esta tabla de valores se va actualizar recién en 2023 y la inflación va a hacer lo suyo: dentro de un año y medio, la gran mayoría de las empresas entrará en la escala más alta", advirtió.

Por su parte, Félix Rolando, socio del estudio Andersen Argentina, estimó que la tasa efectiva del impuesto para estas empresas arroja una alícuota superior al 35%, produciéndose así una "clara discriminación contra las rentas obtenidas a través de estas sociedades".

Rolando agregó que, con la reforma, la alícuota efectiva de imposición en la Argentina "pasa a ser la más alta de Latinoamérica, restando aún más competitividad a las empresas".