La Argentina pudo mantener un saldo favorable de la balanza comercial gracias a la fuerte suba en los precios de los commodities, pero el escenario podría cambiar el año próximo y complicar el ingreso de divisas.

Según un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) sobre el comercio exterior de los primeros ocho meses del año, por cantidades las importaciones crecen a un ritmo mucho mayor que las ventas al exterior.

De mantenerse esta tendencia, el saldo comercial podría verse impactado si no se repiten los niveles récord en los precios de la soja y sus derivados. Mientras las exportaciones crecieron 35%, las importaciones lo hicieron un 53% entre enero y agosto de este año.

Así, la Argentina mantuvo su saldo de balanza comercial entre este año y el anterior gracias a la suba en los valores de las mercancías que coloca en el exterior.

Pero calculado con los precios del 2020, el saldo comercial hubiese sido sólo la mitad, advirtió el estudio.El trabajo del IARAF señaló que "mientras tres cuartas partes de la variación de las exportaciones fueron aportadas por mayores precios, la tres cuartas partes de la variación de las importaciones fueron explicadas por una mayor cantidad física".

La suba de precios permitió que el saldo comercial de USD 11.241 millones de los primeros ocho meses del año anterior se redujera a solamente USD $10.649 millones en el mismo período de este año.

El trabajo del IARAF sostiene que si se discrimina el efecto cantidad y el de precio, de ese crecimiento de los volúmenes la balanza comercial de este año, valuada a precios del anterior, tendría un saldo de apenas USD 5.043 millones.

Los precios, un sostén clave.

"Si los precios tanto de las exportaciones como de las importaciones no hubiesen variado este año, hubiesen ingresado al país USD 5.606 millones menos", indicó el reporte.

El estudio explica que el "efecto precio" fue significativo para sostener el resultado de la balanza. 

Al analizar la evolución de los precios del comercio exterior, el informe señala que lo que más crecieron fueron los de combustibles y energía exportados, con un incremento del 60%.

"En el otro extremo se ubicaron los precios de los vehículos automotores de pasajeros, cuyo precio cayó 4% y fueron los únicos que descendieron", indicó el informe.

Destacó, además, que los productos primarios, donde la soja juega muy fuerte, tuvieron un aumento del 25%, al igual que los de manufacturas de origen primario, que crecieron más del 30%. 

Entre las importaciones, los bienes que más aumentaron de precio fueron los intermedios, con un 25%, mientras los de capital crecieron 5% y los de consumo lo hicieron solamente un 4%.

"Lo que más aumentó fueron las importaciones de piezas y accesorios para bienes de capital, con un 65%, seguida casi con igual variación por la importación de combustibles y lubricantes", agrega el análisis.

Indicó que "se destacan las caídas físicas de exportación tanto de productos primarios como de combustibles y energía. que bajaron un 7% y un 23%, respectivamente".