Los economistas norteamericanos Joseph Stiglitz y Kevin Gallagher se pronunciaron este lunes contra los intereses que aplica el Fondo Monetario Internacional (FMI) al sostener que son "sanciones financieras" impuestas a los países e impiden su desarrollo.

Stiglitz, que viene respaldando la política económica del país, sostuvo que el pago de sobrecargos o intereses que aplica el organismo "afecta no solo el nivel de pobreza, salud, educación y bienestar general del país en crisis, sino también su crecimiento potencial".

"La suspensión de los sobrecargos les daría un respiro a los países más afectados y también daría tiempo a que se reviera por completo el sistema de sobrecargos con miras a eliminarlos por completo" agregaron.

Ambos economistas, habitualmente críticos de la política crediticias de los organismos financieros internacionales, dieron a conocer un documento titulado "Sobrecargos del FMI: una política para la recuperación mundial en la que todos pierden".

El trabajo sostiene que los sobrecargos "son sanciones financieras procíclicas impuestas a los países justo en el momento en que menos pueden pagarlos".

Stiglitz, premio Nobel de Economía, sostuvo que los sobrecargos "empeoran los posibles resultados tanto para el país prestatario como para sus inversores, y el FMI obtiene ganancias a expensas de ambos".

Gallagher, profesor de Políticas de Desarrollo Global, de la Universidad de Boston sostuvo que "es irónico que se pida a los países más pobres y desesperados que financien una de las instituciones mundiales más importantes, pero en la que su voz tiene poco peso".

La Argentina es uno de los países que viene impulsando en el  Grupo de los 20 (G20), aún sin éxito la eliminación de estos sobre cargos que aliviaría  los pagos que el país debe realizar al organismo.

Los sobrecargos aumentan sustancialmente el costo de los préstamos del FMI y los países afectados por los recargos, se estima que aumentarán los costos de endeudamiento con el organismo.

Argentina gastará $ 3.300 millones en sobrecargos de 2018 a 2023, lo que equivale a nueve veces la cantidad que tendría que gastar para vacunar completamente a todos los argentinos contra Covid-19, según el Centro de Investigación Económica y Política de Washington.

El documento agrega que el FMI "ha impuesto condiciones contraproducentes que llevan a la contracción económica, y porque el Fondo no ha logrado imponer condiciones que impidan que los acreedores privados saquen rápidamente su dinero del país".

"La conjunción de todos estos factores socava la confianza, lo que explica por qué tantos programas del FMI a menudo fracasan", agrega el análisis de ambos economistas.

Con la situación económica global golpeada por el Covid-19 "estas multas excesivas están ejerciendo todavía más presión sobre los países más desesperados precisamente cuando necesitan invertir en respuestas y recuperación,  afirmaron ambos economistas.