Los países de América Latina enfrentan el impacto del coronavirus con una mayor deuda y cargas de intereses y menos espacio fiscal general del que tenían en años anteriores, cuando los precios de las materias primas empezaron a caer.

En paralelo, las percepciones de riesgo de los inversores hacia los mercados emergentes se deterioraron, lo que hace que las condiciones de financiación sean menos favorables para estos países entre los cuales se encuentra la Argentina, indicó un análisis de la agencia estadounidense Moody's.

Los desafíos de financiamiento van en aumento a medida que los países registran mayores déficits en medio de un mayor gasto relacionado con la salud y se genera una menor recaudación de ingresos fiscales a medida que las economías se contraen.

El acceso a los mercados financieros mundiales está afectado por percepciones de mayor riesgo, persistente volatilidad y mayores costos de financiamiento transfronterizo, por lo que los países de la región probablemente dependerán de fuentes alternativas de financiamiento.