El ministro de Economía, Sergio Massa, redondeó un exitoso paso por los Estados Unidos. Se reunió con empresarios que anunciaron inversiones, desde alimenticias hasta petroleras, y otros que confirmaron las ya anunciadas, como la automotriz Volkswagen. 

Consiguió fondos frescos para el Banco Central, especialmente de la mano del titular del BID, Mauricio Claver Carone, quien además de elogiar la figura del ministro prometió el desembolso de 1.200 millones de dólares para engrosar las cuentas de la entidad monetaria.

Se reunió con funcionarios de estrecha colaboración del presidente Joseph Biden, con la mismísima Janet Yellen y su mano derecha, David Lipton, del Tesoro de los Estados Unidos, donde consiguió la aprobación para seguir trabajando en un esquema de información automática financiera para detectar fondos no declarados de argentinos en el país norteamericano.

Y finalmente cerró con el FMI una declaración de compromiso por parte del organismo de elevar en los próximos días al directorio el staff level-agreement con el visto bueno de la revisión correspondiente al segundo semestre.

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Por su parte, la entidad señaló los aspectos en los que seguirán trabajando junto a la Argentina: revisar los incentivos fiscales corporativos combatir la evasión fiscal y el lavado de dinero, incluyendo esfuerzos para promover los intercambios de información y mecanismos de cooperación internacional, casi relacionando el tema tratado previamente en la reunión con Yellen.

Pese a las buenas noticias que cosechó en su gira, Massa reconoce que el trabajo por delante es arduo. De hecho este miércoles el INDEC dará a conocer la inflación de agosto, que se espera se sostenga en torno al 7%. En precios y salarios, Massa sabe que tiene que trabajar una vez estabilizadas las variables macroeconómicas de la Argentina. Es cauteloso a la hora de hacer estimaciones, pero se lo escucha decir que para dentro de 12 meses pretende llevar el índice a 2,5% mensual, una baja de unos 4 puntos porcentuales respecto del resultado actual.

El titular de la cartera de Hacienda destaca que en estabilizar la economía cumple un rol especial el nivel de reservas del Banco Central y de allí su obsesión por aumentar los fondos de la autoridad monetaria.

"Un Gobierno fuerte es aquel que tiene muchas reservas en el Banco Central" y "los gobiernos ganan elecciones con dólares en el Banco Central y pesos bien repartidos en la calle", son algunos de los pensamientos que repite como mantras.

Por ello, las medidas como el dólar soja o la que se está pensando hacia adelante y de cara al Mundial de Qatar, la de un dólar diferenciado para el turismo. Los esquemas se van afinando en las carpetas de los asesores que buscan también que los dólares que se pierden sean para proyectos productivos y no por esparcimiento.

Massa presentará el Plan Gas 4, el 5 y el desarrollo de la cuenca austral y norte. Uno de sus ejes para generar dólares será a partir de la energía. Además, instruyó a la secretaria de Energía, Flavia Royón, a que trabaje en una ley de GNL e hidrocarburos y en una ley corta para la minería.

En su cabeza las fichas del tablero se mueven cronométricamente. Ahora queda que el FMI y el Club de París hagan su parte para poder avanzar en la economía doméstica.