Los que tenemos responsabilidades en la gestión industrial sabemos que nuestro entramado industrial resulta muy heterogéneo al momento de valorar el nivel de actividad.

Se habla mucho sobre los extremos de un lado y del otro, pero se dice poco de lo que sucede en el medio. ¿Pero qué sucede en el medio?

De manera moderada los indicadores progresivamente evidencian reactivación, pero cuando se dice esto se sale al cruce y se lo confronta con situaciones ideales pasadas o futuras.

Quienes abrimos las puertas de las fábricas y talleres todas las mañanas recibimos a decenas de miles de personas que se comprometen con la puesta en marcha de la producción, no es fácil producir, vender y cobrar pero... ¿Cuándo lo fue?

Los que tenemos el compromiso de la acción no lo abandonamos por las opiniones extremas; es nuestra vocación y aprendimos competencias resilientes, somos optimistas y esperamos mejorar, no obstante debemos atravesar a diario el desaliento del financiamiento, los litigios laborales , precios y el costo
fiscal.

Según un informe de julio del Centro de Estudios de la UIA, surge que el empleo asalariado registrado en la industria aumentó un 0,5% mensual en abril y 2,9% interanual, aunque aún hay sectores afectados, como hoteles y restaurantes, con una pérdida interanual del -13,2%.

De acuerdo con la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), en mayo las expectativas netas de contratación para los próximos tres meses se ubicaron nuevamente en terreno positivo.

Al respecto, el relevamiento de expectativas de la industria manufacturera de junio del INDEC evidenció que las perspectivas industriales de recuperación del empleo se encuentran por debajo de su potencial.

Mientras un 25% de las empresas encuestadas esperaba un aumento de las horas trabajadas, sólo el 16% tenía expectativas de aumento de la dotación.

Si bien se achicó la brecha entre estos dos valores en los últimos meses, la caída fue por la reducción en la proporción de empresas, que espera un aumento en las horas trabajadas (de 33% en mayo a 25% en junio), mientras que el porcentaje de empresas que espera un aumento en la dotación de personal se mantuvo estable.

Otro dato que da cuenta de reactivación es el que arrojan los informes de CAMMESA, que muestran un incremento sostenido de la demanda de energía a junio de 2021 o el índice de producción industrial manufacturero de junio (IPI manufacturero), que subió moderadamente en los que va del año.

En síntesis, hay señales positivas, aunque nunca será suficiente y no por ello vamos a omitir su mención.

Por otra parte advertimos desde el Gobierno (Estado, provincias y municipalidades) una especial sensibilidad por el desarrollo de la industria, eso sí, con los recursos disponibles que deja la pandemia.

Pero nuevamente no alcanza. Desde mi lugar, relacionado con los parques industriales, aplaudo las iniciativas oficiales de dinamizar el sector de los
agrupamientos, en tanto sabemos que en el futuro próximo no habrá actividad industrial que no se desarrolle en ellos.

Los números oficiales acreditan obras en parques por $ 1.968 millones, ejecutadas en el marco del Programa Nacional de Desarrollo de Parques Industriales, que se encaró desde el Ministerio de la Producción del Estado Nacional.

Además, el desarrollo de un novedoso programa de capacitación en parques industriales con gran convocatoria.

Nos queda por delante el desarrollo del conocimiento tecnológico aplicado a la industria, materia en la que tenemos una importante demora, pero quienes integramos el sector estamos trabajando activamente para crecer en ese aspecto.

Falta sí, pero se está trabajando para no estancarse ni retroceder, sino siempre avanzar.
(*) - Leonardo Wagner es vicepresidente de la UIA Quilmes.