Tras la decisión del Gobierno de limitar los embarques de carne al exterior por 30 días, las entidades del agro salieron hoy a rechazar de plano la medida y anunciaron un "cese de comercialización" desde el jueves que, en principio, será por nueve días, hasta fines de mayo.

Los dirigentes de la Mesa de Enlace advirtieron, además, que el paro puede ser el inicio de "medidas más fuertes", si no hay respuestas al reclamo en contra del freno a las exportaciones.

Si bien el presidente Alberto Fernández ratificó el cierre temporal de las ventas de carne al exterior para intentar frenar el alza de precios, aún no había resolución en el Boletín Oficial: sólo un comunicado del Ministerio de Desarrollo Productivo indicando la medida en el marco de distintas iniciativas para tratar de frenar los precios.

Consultados en Desarrollo Productivo, insistieron en que las decisiones adoptadas forman parte de una instrumentación de "medidas de emergencia tendientes a ordenar el funcionamiento del sector, restringir prácticas especulativas, mejorar la trazabilidad de las exportaciones y evitar la evasión fiscal en el comercio exterior". 

Mientras se terminan de implementar tales medidas, las exportaciones de carne vacuna estarán limitadas durante un período de 30 días, dijeron.

El presidente Fernández se las comunicó en persona a representantes del sector exportador de carnes enrolados en el consorcio ABC. 

En ese encuentro en la Rosada estuvieron el lunes por la noche el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; la secretaria de Comercio Interior, Paula Español; y los representantes del sector exportador de carnes Mario Ravettino, Carlos Alberto Rusech, Gustavo Kahal y Martín Costantini. El único ausente fue el ministro de Agricultura, Luis Basterra.

Durante la reunión, según supo la agencia NA, también se evaluaron diferentes acciones a implementar con el objeto de restringir prácticas especulativas, mejorar la trazabilidad en el comercio exterior y combatir prácticas de evasión fiscal. 

Fuentes oficiales indicaron que algunas de esas medidas ya han sido adoptadas y otras serán implementadas en los próximos días. 

El Presidente prometió a los representantes del consorcio ABC que ese período podrá verse reducido en el caso de que la implementación de las medidas genere "resultados positivos", al tiempo que se habilitarán mecanismos de "excepción" para operaciones en curso.

Esto dio pie a insistentes versiones en el mercado cárnico de que se podría abrir un espacio de negociación para terminar evitando un cierre que podría hacerle perder espacios en mercados claves a la Argentina, frente a las competencias de frigoríficos de Brasil y Uruguay.

Para la Mesa de Enlace del agro, la ausencia del ministro de Agricultura en esa reunión se debe a que existe una "interna" en el Gobierno entre Basterra, quien no estaría de acuerdo con el cierre de exportaciones de carne, y Kulfas, quien intenta mantener a raya los precios.

La medida, que mereció también el rechazo de toda la cadena cárnica y generó preocupación entre los frigoríficos por la imposibilidad de cumplir contratos comerciales, fue defendida por el Presidente en persona durante la mañana en una salida radial.

"No podemos seguir viendo cómo la carne aumenta sin ningún justificativo, esto se desmadró", alertó el jefe de Estado.

También se quejó de que hay empresarios del sector alimenticio que "se hacen los distraídos" y les reprochó que lo único que hacen es siempre reclamar rebajas impositivas.

"La mejor solución que me ofrecen para que no sigan subiendo los precios es que bajemos los impuestos", reprochó.

Daniel Pelegrina, presidente de la Sociedad Rural, manifestó el rechazo del sector: "Estamos muy disgustados. Se pierden miles de puestos de trabajo, se pierde riqueza", alertó.

La Mesa de Enlace, que engloba -además de a la Rural-, a CRA, Federación Agraria y Coninagro, acusó al Gobierno de estar tomando medidas "similares" a la 125.

Aludió así a la resolución de 2008 por retenciones móviles a la soja que disparó en cuatro meses de enfrentamientos de alto calibre con cortes de ruta incluidos, entre la entonces presidenta Cristina Kirchner y el sector.

"Creo que las medidas que están tomando son muy similares a la 125, muy similares. No queremos llegar a mayores", advirtió Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).

Y disparó, casi enigmático: "Si termina o no en una 125, no lo sabremos". 

El dirigente de la entidad más combativa del campo pegó donde más le duele al oficialismo: el intento de aplicar retenciones móviles terminó hace 13 años con un duro revés del gobierno kirchnerista.

En aquella época el jefe de Gabinete era justamente quien hoy es presidente de los argentinos.