Las cuentas públicas registraron en agosto un déficit primario (previo al pago de intereses de la deuda) de $ 39.964 millones, que representa una merma de 82,4% con relación al mismo período del año pasado, según informó hoy el Ministerio de Economía.

En tanto, el déficit financiero fue de $ 384.504 millones, que implica un aumento de 3,9% con relación a agosto de 2022.

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Los números informados por el Palacio de Hacienda dan cuenta de una mejora de la situación fiscal a favor de los ingresos adicionales que se produjeron por la ampliación del impuesto PAIS.

En contrapartida, en agosto no impactaron las medidas de expansión del gasto que lanzó el gobierno para mejorar la situación social luego de la devaluación.

Los ingresos en agosto alcanzaron a $ 3.018 millones de pesos, con un alza interanual de 136,1%, casi 20 puntos por encima de la inflación, producto de los nuevos impuestos aplicados.

En tanto, los gastos primarios alcanzaron a $ 3.055 millones, con un alza de 105,3% en la comparación interanual.

Dentro de los ingresos se destacó el avance de los “tributarios” que totalizaron $ 2,716 millones, con un alza de 140,7%.

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Dentro de los gastos primarios, los corrientes aumentaron 113% a $ 2.789 millones. Entre ellos las prestaciones sociales subieron 117% a $ 1.618 millones, mientras  que los subsidios económicos lo hicieron 73,4% a $ 391.538 millones, muy por debajo de la inflación. A su vez, las transferencias corrientes a las provincias crecieron 133%.  

Los gastos de capital tuvieron una fuerte caída real ya que aumentaron 49% a $ 265.756. En este caso se destacó una baja de 34% en Energía.

Con el resultado de agosto en ocho meses  se acumuló un déficit primario de $2.252.024,4 millones.

Frente a estos números, el gobierno aún mantendría en línea el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que aún tiene pendiente un desembolso de US$2.500 millones en noviembre, pero los planes anunciados durante noviembre cambiarán esta dinámica y lo alejaran de las metas.