Relativizan los alcances de poner “plata en los bolsillos” e identifican a los sectores que serían más favorecidos
Un informe privado señaló que “las sumas fijas de única vez” no son suficientes para cambiar la percepción de “un entorno socioeconómico deteriorado”.
El propósito oficial de mejorar la situación de la población con el recurso de “poner plata en los bolsillos” tendrá un alcance limitado, ya que el impacto de otorgar “sumas fijas por única vez” no es suficiente para modificar la percepción en el marco de “un entorno socioeconómico deteriorado”.
La conclusión forma parte del último informe de la consultora Abeceb, que identificó a las actividades más beneficiadas en el corto plazo tanto por los anuncios económicos del Gobierno como por el levantamiento de las restricciones sanitarias.
En ese sentido, señaló a “los sectores de pequeños electrodomésticos o tecnología (celulares), textil, calzado, higiene, cuidado personal y alimentos y bebidas” además del “turismo doméstico, la gastronomía y la recreación”, impulsados por la mayor flexibilidad en el marco de la pandemia de Covid-19.
Por otra parte, Abeceb planteó sus “dudas” por el “creciente monitoreo de las importaciones” que podría “reducir la oferta disponible de insumos y bienes finales en el mercado, afectando las dinámicas productivas y comerciales hacia adelante”. La entidad relativizó el impacto que podrían tener las últimas medidas de impulso al consumo, por entender que “si los estímulos son limitados, los resultados también lo son”.
“Las sumas por única vez no resuelven el deterioro de los ingresos reales. Las líneas de financiamiento e incentivos tributarios no moderan la incertidumbre cambiaria ni los efectos del cepo. Así, es difícil pensar que se pueda lograr reducir la mayor incertidumbre económica inaugurada en las PASO”, planteó. Para completar el análisis, Abeceb agregó “parte de las compras de reposición ya ocurrieron ante la mayor permanencia en casa y los picos de la brecha a finales de 2020”.
Desde el lado de la oferta, la consultora consideró que “los sectores ganadores serán los beneficiados por el rebalanceo de canasta de consumo de los hogares y la ‘revancha del consumo social’”. Al respecto, indicó que “el desarme de las restricciones sanitarias beneficiará al transporte de personas, organizaciones de eventos los proveedores de reuniones sociales y de esparcimiento, el sector turístico y la gastronomía, junto con los bienes que acompañan, como el sector textil, el de calzado y el de higiene y cuidado personal”.
“La reapertura gradual de las fronteras, la eliminación de las cuarentenas obligatorias y el desarme en las restricciones locales abren el país al turismo receptivo y promueven el turismo interno, dando mayor certidumbre a la temporada estival”, añadió.
Pero esa mejora no se reflejará en una mejor percepción por parte del grueso de la población, debido a que “el consumo masivo continuará reponiéndose desde niveles muy bajos” y “tras sufrir el efecto de la aceleración inflacionaria de principios de año, aún no da señales de una reanimación visible”, aseguró.
En ese sentido, Abeceb previó que “en los próximos meses, la mejora puntual en los ingresos permitirá lograr al menos un tibio repunte desde niveles muy bajos”, en tanto “las políticas de control de precios (Súper Cerca, Precios Cuidados) seguirán vigentes, condicionando la rentabilidad de las empresas proveedoras”.
Asimismo, sostuvo que “algo del mayor flujo de ingresos y más oportunidades de financiamiento podrá volcarse al mercado de electrodomésticos”, al contarse con “dos ocasiones de compra” como el Día de la Madre y Navidad, así como una ampliación de la base vía tarjetas no bancarias y celulares. Esa mejora transitoria se verá condicionada por “la escasez de dólares y la limitada recuperación del poder de compra”, lo que hacer prever “más cepo y la necesidad de mayores controles a las importaciones”.
“Un mercado cambiario más estresado implicará la necesidad de una administración del comercio más severa, siempre atendiendo a los riesgos que implica la amenaza al abastecimiento sostenido y previsible de insumos”, proyectó Abeceb de cara al 2022.
La consultora puso como ejemplo al sector automotor, en el que se observa “con preocupación la discrecionalidad en la asignación de cupos, la falta de programas de financiamiento y un mercado rígido por el limitado ingreso de vehículos desde el exterior”.