Los sectores de bares y restaurantes, transporte y comunicaciones y la administración pública requerirán en esta etapa de “políticas específicas” debido a que, más allá de los efectos que pudieran causar las nuevas restricciones, no muestran una recuperación respecto del desempeño del año pasado e incluso tienen un arrastre estadístico negativo. 

Así lo señaló el Instituto de Trabajo y Economía (ITE) de la Fundación Germán Abdala, que destacó la heterogeneidad en el rebote de la actividad económica, aun en el caso del denominado “arrastre”, que no implica necesariamente un crecimiento genuino sino un efecto estadístico por la comparación entre promedios.

En el caso específico de la variación del Producto Bruto Interno (PBI) entre 2020 y 2021, todos los analistas coinciden en que habrá un arrastre positivo estimado entre el 6% y el 8%, surgido de este fenómeno: la caída del 9,9% el año pasado es un promedio de cuatro trimestres, en los que los peores momentos se vivieron en el segundo y parte del tercero, pero en el cuarto hubo una mejora que deja un piso más elevado para el período siguiente.

Sin embargo, esa situación no es uniforme en los quince sectores económicos reconocidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), precisamente por haber tenido tanto una evolución distinta como también un tratamiento desigual en cuanto a las restricciones, con algunos rubros considerados esenciales y otros no esenciales.

ITE corrigió su previsión de un arrastre del 8% al 7,2% luego del “pequeño descenso” observado en febrero, “en línea con la corrección que realizó el Ministerio de Economía el mes pasado respecto a su propio presupuesto”.

Reclaman “políticas específicas” para los sectores de la economía más afectados

Al respecto, la entidad destacó que “no todos los segmentos tienen el mismo arrastre ni proceso de recuperación” y puso como ejemplo a “la Intermediación Financiera”, que fue “uno de los sectores con rendimiento positivo en el 2020 y al mismo tiempo deja un buen arrastre para el 2021, con lo cual se sitúa como el sector más dinámico de la economía”.

“La Construcción es el segundo sector con mejor posicionamiento para el 2021, pero con una dinámica opuesta a la Intermediación Financiera”, indicó, en referencia a que “fue uno de los más afectados por la pandemia en el 2020, pero su recuperación en la segunda parte del año fue tan fuerte que eso deriva en un arrastre muy elevado para el 2021, dando prácticamente por descontada su recuperación total respecto a la caída sufrida en 2020”, una dinámica similar a la que se observa “con el comercio, los servicios públicos y la industria”.

En un segundo grupo se ubican las actividades inmobiliarias, los servicios sociales y la educación, cuya recuperación según ITE “fue buena, dejando un arrastre positivo para 2021, pero no lo suficientemente elevada como para que eso de por sí permita la recuperación total del sector”, por lo que “se necesitará una expansión adicional durante el 2021 para lograrlo.

En el resto de los sectores se ve “la situación más preocupante, ya que su caída y/o posterior recuperación no solo no fue buena, sino que deja un arrastre negativo, lo que significa que, si en estos sectores no se observa un repunte, volverán a mostrar una caída en 2021”, advirtió.

“Si bien la actividad económica arrancó el año mejor de lo que se esperaba, hay sectores que todavía se encuentran muy afectados”, sostuvo la entidad, que añadió que “el gobierno debería elaborar políticas específicas para los sectores como la Administración Pública, Otros Servicios, Transporte y Comunicaciones y Hoteles y Restaurantes”.

Esos sectores “no solo están lejos de la recuperación y su ritmo de crecimiento es bajo o negativo, sino que también son sectores empleo intensivos que afectan fuertemente el mercado laboral en cuanto a puestos de trabajo e ingresos reales”, advirtió.