Mi visión sobre el lockout de hoy es que no es otra cosa que un acto de oposición política; no está claro cuál es el motivo ni las reivindicaciones. No hemos visto una foto de negociación, de reclamo, con el ministro de Agricultura, Julián Dominguez, ni con el ministro de desarrollo de Productivo, Daniel Scioli, o la ministra de Economía, Silvina Batakis. Fracaso entonces de esas reuniones y, en consecuencia, el derecho a protestar con toda autoridad porque se planteó, se pidió, se reclamó y el gobierno no otorgó.  

Pero eso no sucedió. Esta es una jornada que se inscribe en un proceso, en una cronología que en abril tuvo un "tractorazo" en la Plaza de Mayo, que durante mayo y junio tuvo reuniones con la oposición, que en julio pone esta jornada de protesta que, por supuesto, amplifican los multimedios.

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Esto es la antesala al a la apertura de la Sociedad Rural de Palermo, el próximo 21 de Julio, por donde circula todo el "establishment" financiero, industrial, económico, de la oposición. Entonces, ¿Quién se beneficia de esta jornada? La Sociedad Rural. Marca este antecedente, llega con una posición de visibilidad a abrir Palermo la próxima semana.

Lamentablemente, la Federación Agraria Argentina hace de bufón, de furgón de cola, del ruralismo y se inscribe en la oposición política a un gobierno con el cual la Federación Agraria tendría una enorme oportunidad de conseguir cosas para los pequeños y medianos productores agropecuarios, que es lo que tienen que defender esa entidad, es lo que hicimos siempre quienes estuvimos antes.

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En el 2011, declaré la autonomía de la mesa de enlace, de los partidos políticos y de los grupos económicos y conseguimos cosas para los agricultores medianos y pequeños. Agricultura que hay que defender porque si no, Argentina va camino a transformarse en un gran desierto verde. Ese no es el modelo de desarrollo agrícola o agropecuario que necesita nuestro país.

No podemos seguir acumulando gente alrededor del GBA. Hoy, a 100 km del Obelisco hay 15 millones de personas. Hay que defender los 600 pueblos con menos de 2000 habitantes que están en riesgo de desaparición. Se defiende fortaleciendo a los pequeños y medianos productores, a la agricultura familiar. La Federación Agraria debe ser representante de eso, no furgón de cola de los intereses del ruralismo que quiere ser oposición al gobierno actual.