Las industrias metalmecánica y textil son las más perjudicadas por la recesión y están funcionando a poco más de un tercio de su capacidad instalada, según datos que informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

En el contexto general el aparato productivo argentino está utilizando apenas el 53,4% de su potencial, un nivel similar al que tuvo en momentos de cuarentena durante la pandemia en 2020.

Por otra parte, este porcentaje se sostiene porque el boom del sector energético hace que el sector esté usando el 80% de su fuerza en maquinaria. Le sigue la producción de sustancias y productos químicos con un 64,9% y papel y cartón con 63,5%.

En el otro lado de la pirámide se encuentra la industria metalúrgica que está trabajando al 38% de sus posibilidades y el sector textil que lo hace al 38,5%.

No muy lejos aparece la elaboración de caucho y plástico, que tiene en funcionamiento el 44,1% de sus instalaciones. Apenas unos peldaños por encima surge la producción de minerales no metálicos (construcción) que trabaja al 47,2%.

En tanto, otro de los sectores dinamizadores como la producción automotriz apenas está funcionando a la mitad de sus posibilidades.

Incluso trascendió en las últimas horas que la asociación de fabricantes le solicitó al Gobierno algunas prebendas para blindarse de la eventual competencia externa.

Esta caída se da en un contexto de fuerte contracción del consumo por la caída del poder adquisitivo de los salarios.

Si bien el gobierno pondera sus avances macroeconómicos, aún no se observan declaraciones o evaluaciones sobre la situación microeconómica que afecta el día a día de personas y empresas.