La asociación de Industriales Pymes Argentinos (IPA) denunció hoy aumentos del 90% en dólares de los contratos de gas para las fábricas.

Advirtió que ese ajuste impactará en la inflación y en la competitividad de las exportaciones argentinas.

El presidente de IPA, Daniel Rosato, afirmó que los nuevos contratos que están llegando a las pymes tienen aumentos promedio del 90% en dólares, que de confirmarse impactarán en los costos y será inevitable "un traslado a los precios de los productos en las góndolas".

Rosato estimó que el aumento de precios "no bajará del 15%, por más esfuerzos que hagamos los empresarios para absorber pérdidas".

Afirmó que "el valor dolarizado garantiza un aumento constante del precio del gas debido a las microdevaluaciones que evitan un atraso cambiario".

"Los costos de los insumos difundidos le están metiendo una presión insostenible a la producción nacional que empujan sobre la inflación general", explicó el industrial pyme.

Explicó que los contratos "deben renovarse a fin de mes y el apuro para cerrar acuerdos muy desfavorables para las empresas esconde la advertencia de la escasa oferta de gas por falta de producción".

Afirmó que esa situación "lleva a justificar los aumentos desmedidos por el falso juego de la oferta y de la demanda, debido a que nadie sabe cuál es el precio real de ese recurso energético".  

Rosato consideró "inevitable" la actualización de los precios del gas luego de un año de congelamiento, pero advirtió que "un aumento descontrolado y de una sola vez chocaría de frente con el plan del Gobierno nacional de ponerle freno a los incrementos de los precios en las góndolas".

"Si no interviene el Estado para garantizar la oferta y controlar los precios en boca de pozo, esto terminará con fábricas en situación virtual de quiebra, por no poder pagar los contratos, y será imposible trasladar los mayores costos operativos a las góndolas", sostuvo.

El presidente de IPA consideró "inaudito pensar en renovación de contratos como si estuviéramos en una situación de normalidad, cuando no solo seguimos en pandemia, sino que la llegada de la segunda ola de coronavirus puso nuevamente en alerta a la producción y el consumo".

Rosato pidió "sensibilidad social para entender que desfinanciar a una pyme significa golpear al trabajo argentino".