La reducción de las retenciones y otros impuestos es el principal reclamo de las pymes exportadoras de cara a una normalización del comercio exterior una vez que finalice la pandemia de coronavirus, según un relevamiento realizado por la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC).

"Las empresas argentinas solicitan medidas de facilitación al comercio por encima de incentivos financieros y subsidios a la exportación", destacó la entidad, en un informe en el que el 36% de las pymes consultadas señalaron como principal pedido la "reducción de impuestos y/o derechos a las exportaciones", seguido por "medidas de facilitación al comercio" con el 27%.

Los "incentivos financieros" y los "subsidios a la exportación" se ubican en el tercer y cuarto puestos, con el 17% y el 11%, respectivamente.

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Las pymes fueron consultadas sobre sus expectativas sobre cómo evolucionarán las exportaciones e importaciones una vez que finalice la pandemia y, si bien el 40% prevé que las ventas al exterior se incrementarán, el 30% de ese porcentaje (12% del total) cree que el aumento será del 0% al 30% y "tan sólo el 3% es optimista marcando un crecimiento del 61% al 100%".

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"Con lo que respecta a la oferta de las importaciones, debido a las restricciones, tanto cambiarias como de permisos y autorizaciones, el 44% prevé una caída en sus compras y el 34% de los encuestados estima que tanto la oferta como demanda se mantendrán igual en la nueva normalidad.

En cuanto a los inconvenientes señalados para las exportaciones en medio de la pandemia y el aislamiento social, la caída de la demanda se mantiene en el primer lugar, seguida por los problemas cambiarios, correspondientes, por un lado, a la necesidad de importar insumos y piezas que no se fabrican a nivel nacional y, por otro lado, al "tipo de cambio poco conveniente al momento de ingresar la divisa".

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"Cabe destacar que las restricciones y altos costos de la logística internacional se mantiene como uno de los principales inconvenientes a la hora de exportar", remarcó la CAC.

Respecto a las importaciones, las restricciones cambiarias fueron señaladas como "el principal inconveniente", en tanto en el segundo puesto se ubicaron "las autorizaciones y permisos, debido a los retrasos existentes en las aprobaciones de las Licencias No Automáticas".

"También se destacan las restricciones y mayores costos de la logística, al igual que en las ventas al exterior", añadió la entidad presidida por Jorge Di Fiori.

Los derechos de exportación fueron utilizados a lo largo de la historia argentina en diferentes oportunidades, pero en los últimos años fueron restablecidos en 2002 y, con excepción de la soja, derogados a fines de 2015.

El propio ex presidente Mauricio Macri que los había derogado los reestableció en septiembre de 2018 y el actual primer mandatario Alberto Fernández no solo los confirmó sino que aumentó sus alícuotas.

Desde octubre, se dispuso una reducción transitoria en las retenciones de soja y de más largo alcance en otros rubros, con el propósito de alentar la liquidación de exportaciones.