Prisa venderá por 465 millones de euros el negocio en España de su editorial educativa Santillana a la finlandesa Sanoma, según anunció la compañía el 19 de octubre.

El trato no incluye Santillana Latinoamérica, un negocio que seguirá siendo propiedad de Promotora de Informaciones (Prisa).

Unos 400 millones serán para pagar un 34,8% de su deuda que asciende a 1.148 millones, dice un informe publicado en la Argentina.

El pasado domingo, el consejo de administración de Prisa, aprobó un acuerdo con sus acreedores para extender sus vencimientos hasta 2025 y reducir el coste inicial de la deuda de un 5,5% a una media del 7% durante todo el periodo.

El acuerdo está condicionado a completar la venta de Santillana España.

Santillana España representó un 11,9% de los 1.095 millones que ingresó Prisa en 2019.

"[Santillana] España es un negocio muy rentable con unos ingresos de 131 millones", dijo Prisa en sus resultados de 2019. España representó un 21% de los 628 millones de euros que ingresó Santillana el año pasado.

Matar a la gallina de los huevos de oro es la solución elegida por una empresa ahogada por sus deudas en medio de la crisis causada por el COVID-19.

Entre enero y marzo, sus ingresos fueron 263 millones, un 19% menos que los 312 millones que reportó en el primer trimestre de 2019.

Santillana España es la última pieza que se desgaja de Prisa, de acuerdo con un informe que publica en la Argentina el sitio La Política On Line.

El rentable negocio educativo puso los cimientos sobre los que Jesús de Polanco construyó un imperio que no ha parado de menguar desde que el magnate falleció en 2007, sigue la nota.

Entonces, Prisa cotizaba en torno a los 250 euros, un 99,9% más que los casi 0,7 euros que vale hoy cada acción de una compañía con una capitalización de 518 millones.

Realizar ampliaciones de capital y vender empresas es la vía elegida por la dirección de Prisa para sacar a flote una compañía que en las últimas décadas no ha sido capaz de aumentar sus ingresos, mientras la deuda siguió creciendo.

Los 1.095 millones de ingresos de 2019 son ligeramente inferiores que los 1.215 millones de 2002, hace casi veinte años.

Prisa está actualmente en proceso de deshacerse de Media Capital, su filial en Portugal que es el mayor grupo de medios del país luso, abunda el informe.

Pero los problemas vienen de lejos y, en ese aspecto, tuvo que vender en 2014 por 55,4 millones Santillana Ediciones Generales, una negocio que incluye las editoriales Alfaguara, Taurus, Fontanar o Suma de Letras, entre otras.

La compró Penguin Random House.

También en 2014 acordó vender su 56% en Digital Plus por 725 millones a Telefónica, mientras que entre 2014 y 2015 Prisa se fue deshaciendo gradualmente del 17,3% que tenía en Mediaset a diciembre de 2013.

El objetivo de esas ventas era reducir su deuda a costa de sacrificar activos.

La venta del negocio de Santillana en España se anuncia en tiempos de guerra accionarial por el control de Prisa, sigue el análisis.

Y concluye anotando que Latinoamérica pasa a ser ahora la única apuesta de Prisa.

La empresa mantendrá el negocio de Santillana en América Latina, donde generó en 2019 un 57% de las ventas de esta unidad de negocio.