El diputado nacional radical por San Luis, Alejandro Cacace, presentó un proyecto de ley para que el dólar sea la moneda de curso legal en el país como primer paso de un “cambio de paradigma económico”.

La iniciativa ingresa al Parlamento en momento de un intenso debate público sobre las decisiones que debe tomar la Argentina para combatir la inflación.

La propuesta de dolarización es esgrimida por sectores liberales y tiene al diputado por la Ciudad de Buenos Airees, Javier Milei, como su mayor impulsor.

El proyecto de Cacace consta de ocho artículos y propone que el tipo de cambio de conversión sea el cociente entre pasivos remunerados y no remunerados del Banco Central y las Reservas Internacionales.

Si bien las reservas internacionales subieron a U$S 43.000 millones tras el desembolso del FMI luego de la aprobación del acuerdo, analistas consideran que aquellas de “libre disponibilidad” que podrían  utilizarse para la conversión están en saldo negativo.

El proyecto establece que el BCRA canjeará los pesos en circulación por su equivalente en dólares de acuerdo al tipo de cambio de conversión que surja de la relación propuesta.

“Todas las operaciones financieras, tales como depósitos bancarios, créditos, emisión de títulos valores y cualesquiera otras realizadas por medio del sistema financiero, así como los registros contables del sistema financiero, se expresarán en dólares de los Estados Unidos de América. Las operaciones o transacciones del Sistema Financiero que

se hayan realizado o pactado en Pesos con anterioridad a la vigencia de esta ley, se expresarán en dólares de los Estados Unidos de América al tipo de cambio establecido de acuerdo a lo dispuesto en esta ley”, señala el Artículo 5 de la iniciativa.

Asimismo, se le prohíbe al Banco Central ampliar la base monetaria.

Entre los fundamentos Cacace remarcó que “la historia muestra que nunca hemos sido capaces de controlar la inflación salvo en dos oportunidades: con la Caja de Conversión, luego de la crisis de 1890, y con la convertibilidad, un siglo después, ante la hiperinflación de finales de los 1980 y principios de los ‘90”.

En ese mismo sentido remarcó que “Argentina es un país bimonetario, lo que quiere decir que los argentinos confían en una sola moneda, el dólar americano, pero están obligados a usar el peso, lo que genera una dolarización de facto”.