La Secretaría de Energía presentó este lunes las proyecciones para ajustar el precio de las tarifas de gas domiciliaria al presupuesto elaborado por el Ministerio de Economía, que pretendía mantener el monto de los subsidios en un valor nominal igual al de 2021.

La exposición se dio en el marco de una nueva audiencia pública y estuvo a cargo de la subsecretaria de Hidrocarburos, Maggie Videla,

Economía proyectó subsidios para el gas para 2022 en $135 mil millones, que exigirían un alza de 91% en el precio del fluido en boca de pozo. A ese monto hay que sumarle cerca de un 50% en transporte y distribución, lo que replicaría en un aumento en las boletas que reciben los usuarios del orden de 74%, según estimó el Economista Nicolás Gadano.

No obstante, en diálogo con esta agencia, el especialista alertó: “Las estimaciones fueron realizadas con un presupuesto que estimaba un 3,3% de déficit primario y el acuerdo con el FMI dice que tiene que ser de 2,5%, con lo cual hay que ver que decisiones se toman”.

En ese sentido la pronunció la diputada de la UCR de Mendoza, Jimena Latorre, durante su participación en la audiencia: “No venimos a discutir tarifas, venimos a analizar los precios del gas en el PIST (el costo de producción) y la porción que el Estado tomará a su cargo y que sin dudas tendrá impacto en las tarifas, pero también impactará sobre el déficit fiscal, la emisión monetaria, la inflación y los cumplimientos o incumplimientos de las metas fiscales comprometidas”.

Cabe recordar que sobre las herramientas de bajar el déficit primario que necesita la Argentina, la número dos del FMI, Gita Gopinath, remarcó que Estuvimos de acuerdo en la importancia de una estrategia para reducir los subsidios a la energía de manera progresiva”.

De allí que la discusión y las estimaciones que se realizaron durante la audiencia realizada hoy pueden dejar de tener sentido en las próximas semanas.

Por otra parte, el Gobierno había dicho que pretendía un alza en las boletas de gas no superior a 20% pero que resultaría “insuficiente” para satisfacer a todas las partes que componen la cadena del sector.

“Con ese porcentaje de aumento no alcanza para nadie”, señaló Gadano desestimando esta posibilidad.

Sin entrar en detalles debido a la cantidad de variables que hay en juego, incluso el componente político, el economista consideró que para que sea consistente con la situación macroeconómica el incremento anual en las tarifas a consumidores debiera rondar el 50%.

“Hay que dejar de atrasar las tarifas y que recuperar de manera gradual, atento a la situación fiscal y la inflación. Cualquier aumento tiene que ser parte de un programa integral”, agrego.

En ese sentido, Gadano se mostró a favor de avanzar en la segmentación del cuadro tarifario.

“Creo que el Gobierno tiene una buena base con la Tarifa Social y a partir de ahí se puede perfeccionar esa herramienta”, añadió. Pero al mismo tiempo remarcó la necesidad de un equilibrio porque “quienes reciban los mayores aumentos, posiblemente la clase media, van a protestar y con razón”.   

Con este cuadro de situación y los cambios que impone el acuerdo con el FMI aún no hay certeza de cuánto se pagará en la boleta de gas en los próximos meses, con el agravante que como ya se recorre el segundo bimestre del año los aumentos comenzarán a acumularse si se pretende dar cumplimiento a las proyecciones anuales.