El servicio de agua y cloacas brindado por AYSA en el área metropolitana (AMBA) es el que más subió en lo que va del año, como consecuencia de la quita de subsidios, y en octubre se aplicará un nuevo ajuste.

Con las subas de agosto, las facturas ya habían subido entre 20% y 197%. Y entidades de defensa del consumidor estiman que los diez meses de subas derivaron en boletas 800% más caras.

Ya se retiró un 40% de las subvenciones que recibían los hogares por el servicio de aguas y cloacas.

Desde el mes que viene y hasta el 30 de noviembre, habrá otra quita de subsidios. En este caso, será del 20%. Y, desde diciembre, la ayuda estatal se eliminará por completo.

Sólo las mantendrán hogares de bajos ingresos. Esas viviendas están en determinadas zonas, según el barrio que integran y las características de la propiedad.

El efecto de esta quita de subsidios varía según la categoría del consumidor. Pero, retirado el descuento, es probable que los clientes tengan que pagar alrededor de un 30% más en octubre que en septiembre.

Hasta la quita de subsidios, los hogares abonaban apenas un 31% del costo del sistema de aguas y cloacas. Del resto se hacía cargo el Estado nacional. Con este proceso de quitas, los clientes pagarán un 62% de los costos.

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“Los usuarios que hayan solicitado el mantenimiento o renunciado al subsidio de manera voluntaria anteriormente no deberán volver a realizar el trámite. Solo 16% del universo de hogares que tiene AySA (3,8 millones), va a verse afectado por la eliminación del subsidio en octubre”, informó Aysa.

Precisó que “como resultado de la propuesta, una factura promedio mensual con los dos servicios, de agua potable y cloacas, de AySA, quedará en $ 5.470 la más baja y de $ 7.628 la más alta”.

Dijo que "los hogares en régimen medido (con medidor instalado) registran un consumo promedio de 20 m3 de agua por mes (20.000 litros), valor sensiblemente superior al observado en otras ciudades del mundo. Asimismo, los hogares en régimen de cuota fija (sin medidor instalado) poseen consumos aún superiores con derroches y pérdidas internas que no son controlados por tratarse de un sistema de canilla libre”.

Ya a mediados de año, las subas en las boletas de agua estaban siendo proporcionalmente más elevadas que las anotadas en luz y gas.

De los 3,8 millones de clientes registrados que tiene Aysa, más de 600.000 (16%) están en zonas consideradas de ingresos altos. Perderán todos los subsidios.

Hay un millón de viviendas (casi 30% del padrón) que están en zonas de ingresos medios. Irán perdiendo subsidios, pero más gradualmente.

Del 1,8 millón de hogares calificado como “zonal bajo”, el retiro de subsidios de octubre-noviembre les permitirá conservar un 15% de los descuentos. Ese grupo recién los perdería en diciembre, según la comunicación oficial.

A diferencia de los servicios de luz y gas donde la segmentación de los aumentos es por niveles de ingresos, las tarifas se basan en un esquema geográfico y de valuación inmobiliaria. Así se definieron tres bloques de usuarios en "zonas de valor alto, medio y bajo".