La Ciudad de Buenos Aires tuvo en mayo una pérdida de recursos de $9.014 millones en relación con los que les hubiera correspondido de no haberse aplicado los recortes a la Coparticipación, una suma equivalente a $474,4 millones por cada uno de los 19 días hábiles del mes.

El cálculo fue dado a conocer por la consultora Aerarium, que puso de manifestó el contraste respecto de las 23 provincias, para las que las transferencias por Coparticipación registraron un incremento nominal del 65,2%, contra una caída del 32,8% en el caso del distrito porteño.

La diferencia entre el crecimiento de las transferencias al promedio de las provincias y la caída para CABA es, entonces, de 98 puntos porcentuales, la mayor brecha desde que se le recortaron los recursos a mediados de septiembre de 2020, aunque en el caso extremo de Santa Cruz, que tuvo un incremento nominal del 67,4%, la brecha es de 100,2 puntos.

“Las modificaciones en el marco normativo generaron que durante mayo la pérdida de recursos para el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires supere por primera vez los $9.000 millones mensuales (cerca de $500 millones por día), llevando a $55.187 millones el acumulado desde septiembre”, indicó la entidad en su análisis. Esas pérdidas, convertidas a dólares, equivalen a US$ 96 millones mensuales y US$ 634 millones para todo el período.

La Ciudad perdió en mayo $474 millones por día por los cambios en la Coparticipación

Aerarium señaló al respecto que ese monto “le hubiera permitido al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires adquirir casi 63 millones de dosis de Sputnik V, suficientes para vacunar 10 veces a la población porteña con las dos dosis requeridas.

La consultora, dirigida por Paulino Caballero y Guillermo Giussi, dos ex funcionarios del Ministerio del Interior durante la gestión de Rogelio Frigerio, señaló que las negociaciones entre la Ciudad y la Nación por llegar a un entendimiento se encuentran “empantanadas”, ya que “las propuestas sobre el monto a transferir sin bien distantes”. “Mientras el Gobierno Nacional se mantiene en los $24.500 millones previstos” en la ley 27.606, “los cálculos del Gobierno de la Ciudad arrojan una cifra cercana a los $100.000 millones”.

La Ciudad de Buenos Aires cuenta con aproximadamente el 6,5% del total de la población de la Argentina y aporta alrededor del 15% del Producto Interno Bruto, pero el nuevo esquema de distribución de recursos coparticipables le asigna un 2,38%, inferior al 5,70% que percibió hasta septiembre de 2020.

Si bien la nueva ley establece un 1,40% de la Coparticipación para la ciudad, ese porcentaje no se calcula de la misma manera que las 23 provincias, sino directamente de la distribución primaria correspondiente a la Nación, razón por la que ese 1,40% es equivalente al 2,38% si se lo computa en relación con el resto de los distritos.

La Ciudad perdió en mayo $474 millones por día por los cambios en la Coparticipación

A partir de 2021, los recursos destinados  CABA por Coparticipación pasaron a ser equivalentes al doble de lo que se le otorga a Tierra del Fuego (cuya población es veinte veces menor), la mitad de lo que se le asigna a Chaco, Entre Ríos o Tucumán y nueve veces menos que lo percibido por la provincia de Buenos Aires.

De esa forma, el distrito pasó del ser el cuarto en cuanto a recursos recibidos (detrás de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba) a ubicarse en la decimoséptima posición, ya que en 2021 fue superado por Catamarca, Corrientes, Chaco, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, Mendoza, Misiones, Río Negro, Salta, San Juan, Santiago del Estero y Tucumán.

El tratamiento que recibe la Ciudad de Buenos Aires dentro del Régimen de Coparticipación Federal de Impuestos es diferente al del resto del país debido a que cuando se sancionó la ley 23.548, en enero de 1988, la entonces Capital Federal no contaba aún con autonomía, al igual que el Territorio Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.

La ley establece dos instancias en el reparto de recursos: la distribución primaria, que indica los porcentajes asignados a la Nación y a todas las provincias, y la secundaria, que dentro de estas últimas precisa cuánto le corresponde a cada una.

Tierra del Fuego alcanzó la autonomía en 1991 y la Ciudad de Buenos Aires en 1996, pero su tratamiento en cuando a la asignación de recursos coparticipables no fue el mismo: Tierra del Fuego pasó a formar parte del lote de provincias dentro de la distribución secundaria, pero el porcentaje de CABA no se tomó de esa masa sino de la correspondiente a la Nación en la distribución primaria. Por tal razón, los porcentajes asignados a CABA deben ser recalculados si se los quiere comparar con el de cada una de las 23 provincias.

El 3,50% vigente hasta el 15 de septiembre del año pasado es equivalente al 5,70%, el 2,32% dispuesto desde entonces y hasta el 31 de diciembre representó en los hechos un 3,78% y finalmente el 1,40% que volvió a regir el 1° de enero es en realidad un 2,38%.

Los porcentajes asignados a CABA, a diferencia de los correspondientes a las provincias, pudieron ser modificados cuatro veces en los últimos cinco años porque no forman parte de la ley 23.548 sino que se los dispuso por decreto, precisamente por la ya señalada declaración de autonomía posterior a la sanción de la Coparticipación.

Ese status cambió con la aplicación de la nueva asignación por ley, pero aún subsisten las diferencias: la Coparticipación establecida en 1988 es una ley convenio y para su modificación se requiere el acuerdo unánime de las 25 partes (la Nación, las provincias y la Ciudad de Buenos Aires) y la adhesión de las 24 legislaturas, trámite que no es necesario en el caso de querer modificar la ley 27.606.