El déficit primario fue en marzo de $118.541 millones, con un aumento interanual del 78,1% nominal y del 26,2% en términos reales, en tanto el financiero, que incluye el pago de servicios de la deuda, fue en el mismo período de $154.220 millones, con una suba del 32,2% a valores corrientes pero una baja del 6,3% si se descuenta la inflación.

Los datos fueron difundidos por la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) con anticipación al informe que el Ministerio de Economía tiene previsto dar el martes 20 de abril a través de la Secretaría de Hacienda, si bien los números pueden diferir por utilizarse diferentes metodologías.

Entre las notas destacadas que surgen de la comparación del primer trimestre de 2021 con el mismo período de 2020 se observan importantes incrementos en los gastos de capital y de subsidios económicos, en este último caso debido al congelamiento de tarifas de servicios públicos.

Por otra parte, las erogaciones destinadas al pago de jubilaciones y salarios del sector público mostraron caídas reales del 10,5% y 6,5%, respectivamente, ya que en ambos casos los aumentos nominales fueron inferiores a la inflación.

La evolución real dispar entre los resultados primario y financiero es consecuencia directa de la restructuración de la deuda anunciada en agosto del año pasado, que implicó un significativo recorte de los pagos en ese sentido, que fueron trasladados para 2024 en adelante.

Por la restructuración de la deuda, en marzo subió el déficit primario pero bajó el financiero

Ese mismo fenómeno se observó con mayor claridad en las cuentas del primer trimestre, con un déficit primario de $57.917 millones (207,3% de crecimiento nominal y 118,5% real) y uno financiero de $178.916 millones (-8,5% nominal y -35% real).

En el acumulado enero-marzo, los ingresos totales de la Administración Nacional ascendieron a $1.538.140 millones, exhibiendo un incremento de 42,3% nominal y de 1,2% en términos reales.

Por su parte, los gastos primarios ($1.596.057 millones) se incrementaron 45,1% en términos nominales y 3,2% descontada la inflación.

En este punto, la OPC destacó que, a diferencia del mismo período del año pasado, en el primer trimestre de 2021 no hubo transferencias del Banco Central al Tesoro en concepto de utilidades y que si se las excluye de la comparación el incremento real asciende de 3,2% a 9,3%.

Si bien los ingresos tributarios totales tuvieron en el trimestre una suba real del 29,2% (influyó la baja base de comparación de marzo, con doce días de cuarentena), los recursos provenientes de la Seguridad Social fueron 8,4% inferiores a los percibidos en el año anterior y las rentas de la propiedad, sin considerar las utilidades del Banco Central, un 33,3% menores.

Por la restructuración de la deuda, en marzo subió el déficit primario pero bajó el financiero

En cuanto a la composición del gasto primario, la OPC destacó el “comportamiento dispar por rubro”.

En ese sentido, los mayores aumentos se registraron en los gastos de capital (126,9%) y los subsidios económicos (102,2%), en este último caso “por el incremento de los costos de generación de la energía y el transporte en un contexto de congelamiento tarifario y debido a que en los primeros meses del año pasado se registraron demoras en la imputación presupuestaria”, indicó la entidad.

Por su parte, las jubilaciones y pensiones y los gastos en personal se contrajeron a tasas de 10,5% y 6,5%, respectivamente, “básicamente por la actualización de los haberes jubilatorios y los salarios públicos por debajo de la inflación” y a que en enero de 2020 “se otorgó un bono extraordinario a los beneficiarios de más bajos ingresos”, que aumentó la base de comparación.

“Descontando este concepto, el gasto en jubilaciones y pensiones hubiera tenido una disminución de 7,5%”, indicó la OPC.

Los gastos totales presentaron una contracción de 4,4% como consecuencia de la caída en la ejecución de los intereses de la deuda del 51,3%.