Por la escalada inflacionaria, reclaman un aumento de emergencia para las jubilaciones
La Defensoría de la Tercera Edad advirtió por la fuerte pérdida del poder adquisitivo de las prestaciones previsionales.
Las jubilaciones y pensiones registrarán en enero de 2024 una caída interanual del 40% en términos reales, a raíz de la escalada inflacionaria. En consecuencia, el Defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, estimó que el Gobierno de Javier Milei debería de inmediato anunciar una actualización de los haberes y también de las prestaciones sociales, sin aguardar hasta marzo, que es cuando debe aplicarse el ajuste por la ley de movilidad.
Según el funcionario, ese "aumento de emergencia" debe ser independiente del pago del bono de $55.000 en diciembre para jubilados que perciben la mínima y que fue dispuesto por la administración de Alberto Fernández.
Con ese "refuerzo", ningún jubilado o pensionado cobrará menos de $160.713 durante el último mes del año, resaltó la ANSeS. El reclamo de Semino se vincula con que en diciembre, enero y febrero el aumento acumulado de haberes y prestaciones será del 20,87, pero la inflación de ese período podría superar el 40%, publicó el matutino Clarín.
Con la suba prevista del 20,87% este mes, durante 2023 la movilidad habrá acumulado un avance del 110,9%, pero la inflación estará muy por encima de eso y se acercaría al 200%, lo que representaría una pérdida de alrededor del 30%.
El bono de $ 55.000 quedaría incorporado en todos los haberes a partir de enero, pero habrá que esperar a que asuma el nuevo Gobierno para conocer cuál será finalmente su postura en torno a las jubilaciones y prestaciones sociales.
Ese bono alcanza a los titulares de las prestaciones contributivas previsionales a cargo de la ANSeS, los beneficiarios de la Pensión Universal para el Adulto Mayor, de pensiones no contributivas por vejez, invalidez, madres de siete hijos o hijas o más y demás pensiones no contributivas y graciables cuyo pago se encuentra a cargo de ese organismo.