Los ñoquis del 29 se conmemoraron el último lunes de mayo de 2023 y poner debajo del plato el nuevo billete de $2.000 que había emitido entonces la Casa de la Moneda, justo en este día de los ñoquis del octubre de 2024, en que se dispuso que no salga más, su valor nominal se hubiera multiplicado por cinco y devengaría un reintegro de casi $10 mil.

El economista Damián di Pace posteó en X: "El Gobierno le pondrá fin a la emisión del billete de $ 2000. Desde el comienzo de su emisión a hoy debería valer casi 10 lucas ajustado por inflación. 10 lucas es el billete de máxima denominación hoy, a la espera de $ 20000

La suspensión de las impresiones de billetes $1.000 y $2.000, que dispuso el Gobierno nacional fue acompañada de vacaciones a empleados asignados por considerarlos prescindibles ya que se requieren billetes con denominaciones más altas.

La inflación del último año y medio hizo posible ese espejismo monetario, que si se sincerara por la inversa arrojaría un valor real de $400, lo cual en verdad significaría una sustancial pérdida, al contrario del mito que viene del siglo VIII, a partir de una leyenda basada en San Pantaleón, un joven médico de Nicomedia que predicaba y curaba enfermos.

Cuenta que un 29 de julio le pidió pan a una familia de campesinos y estos lo invitaron a compartir su mesa, convidándole unos pocos ñoquis que quedaban. cuando se fue dejó unas monedas de oro debajo del plato .  

Detalle importante del mito es el significado monetario auténtico que tenían los valores originarios entregados por el médico en aquella acción, que en la tradición mantenida a lo largo del tiempo se erigieron en símbolo de prosperidad, abundancia, trabajo y dinero para los comensales.

Vuelo corto, inflación por las nubes

En Argentina, la corta trayectoria del nuevo papel de $2.000 refleja la elevada contaminación a una inflación superior al 538% que en ese lapso deparó la economía.  

Precisamente, el papel moneda de máxima denominación en la actualidad es de $10 mil, irónicamente como si una virtual reforma monetaria recibiera los billetes que llevan impresa la cara de Ramón Carrillo y Cecilia Grierson en un hipotético canje directo como resarcimiento.

Otra comparación contundente: los $ 1000 deberían valer $ 57.000 para comprar lo mismo que en 2017.

En la habitual conferencia de prensa, el vocero presidencial, Manuel Adorni, dijo que “se dejan de emitir billetes de $2.000. Obviamente un sinsentido heredado por la gestión anterior que se negaba a emitir billetes de mayor denominación acorde a la inflación que nos dejaron o que estábamos transitando en aquel momento del 211% el año pasado y lo que se nos venía encima si esta gente seguía gobernando la Argentina”.

A su vez, el anuncio incluyó la intervención de la Casa de Moneda por un período de 180 días, y que quedará bajo la dirección de Pedro Daniel Cavagnaro, quien ha estado trabajando en la reestructuración de la entidad.

La explicación que dio es que “cada vez se están usando más las billeteras virtuales, el uso del pago electrónico no necesariamente con billeteras, sino también con tarjeta de crédito. Entonces entendemos que no tiene mucho sentido seguir con ese nivel de ineficiencia en la impresión de billetes”.

Papeles de 10 y 20 mil 

En cambio, sí se seguirán produciendo billetes de $10.000 para cubrir el efectivo que debe circular por la Ciudad, pese a los atrasos de Casa de Moneda, que queda en capilla para un cierre definitivo.  

Al margen de que no se impriman más billetes de $ 2000, desde el comienzo de su emisión a hoy deberían valer casi 10 mil pesos ajustados por inflación, siendo éste el billete de máxima denominación hoy, a la espera del de $ 20.000 que se viene.

En la práctica, se van a emitir menos pesos para agregar a la base monetaria, mientras simultáneamente se incrementa la caja de dólares por el resultado del blanqueo, lo que equivale a decir que se consolida en la práctica una economía bimonetaria

Los últimos datos son muy alentadores, ya que se habla de cifras que van desde los U$S 12.000 millones a los U$S 15.000 millones que se integran a las reservas en divisas.