El presidente del Banco Central, Miguel Pesce, admitió este miércoles que la renuncia de Máximo Kirchner "tiene consecuencias" y, a la vez, aseguró que "no habrá un salto devaluatorio" a partir del acuerdo con el FMI.

"No conozco personalmente a Máximo Kirchner, pero su renuncia, sin lugar a dudas, tiene consecuencias y llama la atención. Pero con el FMI hay un buen acuerdo, que va a ser entendido de esa manera y va a ser aprobado por el Congreso", sostuvo el funcionario.

En ese sentido, indicó que los resultados del acuerdo "los vamos a ver cuando se ponga en práctica. No prevé un ajuste muy duro de la economía y no está previsto ningún salto devaluatorio".

"La idea es sostener el tipo de cambio real en los términos en que está ahora, que permite las exportaciones y es competitivo", explicó Pesce, en declaraciones a un canal de noticias.

El jefe de la autoridad monetaria señaló: "hay dos mercados especulativos y a nosotros nos interesa la competitividad del tipo de cambio oficial, que es el mercado en serio. Esperamos que por cambios de expectativas, y muchas razones, los otros dos tipos de cambio se desaceleren y bajen, y se aproximen al oficial".

Además, calificó de "necesario" al control de capitales, y aseguró que su aplicación "no es por cuestiones ideológicas".

"El largo proceso de dolarización que sufrió Argentina lleva a que haya una demanda para formación de activos externos de entre U$S17 mil y U$S23 mil millones. Ante esa demanda potencial es necesario, en los momentos de escasez de divisas, imponer estos controles. El Fondo no planteó levantarlos", añadió.

El funcionario enfatizó: "en la revisión que hizo, el Fondo critica no haber puesto controles de capitales al inicio del programa (que se firmó en 2018) que hubiera evitado el sobreendeudamiento que hemos tenido, pero avalaron el pago sin controles y toleraron los desvíos".

También, puntualizó que en el mercado de cambios "se operan entre U$S800 millones y U$S1.000 millones diarios. En el contado con liquidación y el dólar bolsa, se operan entre U$S40 y U$S60 millones. Y en el dólar ilegal, creemos que se operan millones de dólares, ni siquiera decenas. Así que cualquier impulso especulativo puede conmover estos dos últimos mercados".

En este marco, sostuvo que el "desafío" es que el nuevo programa con el Fondo Monetario "funcione. Ha habido un buen trabajo político del Ministerio de Economía, de la Cancillería y del embajador (en Estados Unidos)".