Tras la inestabilidad financiera que generó la salida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía y el breve proceso de Silvina Batakis, la llegada de Sergio Massa puso al mercado en modalidad de "esperar y ver".

Los analistas financieros consideran que durante agosto, cuando las diferentes cotizaciones del dólar se estabilizaron y el Gobierno logró despejar dudas sobre una potencial reprogramación de vencimientos en pesos, los operadores le dieron una "tregua" a Massa.

"Los anuncios del nuevo equipo económico no diferían en lo sustancial de la hoja de ruta trazada en el acuerdo con el Fondo
Monetario Internacional (FMI)", señaló el economista Jefe de PwC Argentina, José María Segura.

Segura indicó: "La gran diferencia parece estar en que cuenta con en el apoyo político, o mejor dicho en la ausencia de rechazo público, por parte de otros miembros de la coalición gobernante".

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Para los operadores resultó una señal positiva la decisión del nuevo equipo económico de procurar un orden fiscal, al tiempo que efectivizó recortes de gastos.

La medida que se publicó en el Boletín Oficial establece un ajuste sobre las partidas subejecutadas de los diferentes ministerios permitió en agosto evitar la asistencia del Banco Central.

Junto con ello, entre las primeras decisiones de Massa al asumir el cargo fue la de descartar el recurso de emisión para financiar el déficit, profundizar la estrategia de conseguir crédito en el mercado local y lanzar canjes con bonos "Duales" para "patear" vencimientos por algunos meses.

No obstante, según plantea Segura en el último informe de PWC "Económic GPS", la estrategia del equipo económico para conseguir financiamiento en pesos tiene límites.

"Esta estrategia tiene un costo para el Tesoro que las anteriores conducciones económicas no habían querido reconocer -un mayor interés-, ya que los bonos ofrecidos ajustan por tipo de cambio o por inflación, el más alto.", explicó el economista.

El analista de PWC expresó: "Si bien es cierto que esto quita presión al mercado en el cortísimo plazo, lo hace incrementando el riesgo de sostenibilidad de mediano plazo y encareciendo en términos relativos una eventual corrección cambiaria que tuviera que llevarse adelante en el futuro".

Segura planteó que "el punto que pareciera todavía más acuciante es el del objetivo de las reservas".

A fines de este mes el Gobierno le tendrá que mostrar a Kristalina Georgieva, la titular del FMI, que logró acumular reservas por u$s5.800 millones, lo que implica haber sumado u$s4.100 millones desde finales de julio.

"La posibilidad de alcanzar la meta trimestral parece lejana", plantea Segura.

La chance ahora dependerá de que las cerealeras exportadoras le descarguen unos u$s5.000 millones al Banco Central como anticipo de operaciones de ventas al exterior.