La Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE) desechó que existan "condiciones objetivas" para una devaluación del peso como reclaman "las usinas del poder mediático-económico", al tiempo que criticó a quienes basan la estabilidad cambiaria en una invocación a las "hadas de la confianza".

El análisis de la entidad vinculada al desarrollismo y que hasta diciembre del año pasado fuera dirigida por la actual titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, se da a conocer en medio de tensiones en el mercado de cambios que, a su juicio, "volvió a constituirse en territorio de la disputa política y económica en nuestro país".

"Si bien las tensiones en el frente externo son evidentes, particularmente por el deterioro progresivo en las reservas internacionales, las condiciones objetivas que exhibe la dinámica externa no se condicen con el escenario de desenlace crítico que se intenta instalar desde las usinas del poder mediático-económico", indicó FIDE en su último análisis de coyuntura.

Al respecto, la Fundación aseguró que "a diferencia de lo ocurrido en otras etapas de nuestra historia, no parece haber espacio para profecías auto cumplidas de devaluación".

En ese sentido, la entidad toma distancia de las propuestas que tienden a reducir la brecha cambiaria a través de una devaluación y, por el contrario, subrayó que "la presencia del control de cambios facilita la gobernabilidad de variables macroeconómicas claves, ya que no solo habilita al BCRA a administrar la cotización del dólar, sino también a manejar la tasa de interés de manera consistente con la pauta de ajuste cambiario y el ritmo de la inflación".

"Tarea menos sencilla es, en cambio, lidiar con las mencionadas expectativas de devaluación que enrarecen el escenario económico" y que se encuentran "directamente asociadas a la presencia de profundas brechas entre el mercado oficial y los mercados alternativos utilizados para dolarizar excedentes en pesos, eludiendo las restricciones cambiarias".

En ese contexto, para FIDE "el desafío central de la política económica no parece radicar en lograr bajas circunstanciales en esas brechas (inevitables en un marco de control de cambios), sino en ser capaces de articular medidas de corto plazo que interrumpan la sangría de divisas" y que en lo que va de octubre representó una caída de US$ 1.119 millones.

Eso se logrará, sostuvo, "con iniciativas de mediano plazo dirigidas a ampliar la oferta de dólares comerciales y reducir la presión dolarizadora de los sectores con capacidad de ahorro".

"Para avanzar en esa dirección es necesario garantizar la tranquilidad cambiaria que contribuya a consolidar el proceso de desaceleración inflacionaria verificado a lo largo del año. De otra manera, los esfuerzos oficiales por estimular mecanismos de ahorro en pesos se transformarán en mera expresión de deseos", manifestó.

Luego de destacar la convocatoria a empresarios y sindicalistas para "alcanzar consensos en torno a un programa de recuperación del crecimiento, del empleo y de mejora en los ingresos", FIDE puntualizó la importancia de fijar "reglas de juego que se encuentran en las antípodas de las propuestas que, invocando a las 'hadas de la confianza', acríticamente sostienen los discípulos de la desregulación, el ajuste fiscal y el libre mercado".

En ese sentido, la entidad finalizó su análisis indicando que "el reto fundamental que enfrenta el Gobierno a la hora de garantizar el ingreso en un ciclo sostenible de crecimiento, estabilidad e inclusión" pasa por "articular las medidas anticíclicas dirigidas a viabilizar la salida de la recesión con los programas estructurales de industrialización, desarrollo energético y agregación de valor de nuestras exportaciones".