El Gobierno debería enfocarse en establecer un mínimo no imponible de las cargas sociales y coordinar con las provincias una reducción de las alícuotas de Ingresos Brutos si lo que busca es mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores con menores ingresos, en vez de modificar el impuesto a las Ganancias, que es un tributo progresivo.

Esa postura, diferente a la mayoría de las expresadas en los últimos días, fue planteada por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), en un análisis en el que critica el apoyo conjunto del oficialismo y la oposición en el Congreso al proyecto que propone elevar el piso de Ganancias a la Cuarta Categoría (empleados en relación de dependencia) a $150.000 brutos mensuales, exceptuados el aguinaldo y las horas extras.

Para la entidad dirigida por Jorge Colina, actuar sobre las cargas sociales que gravan los salarios de los empleados (en conjunto, un 17% de los haberes registrados) y sobre el impuesto provincial sobre los Ingresos Brutos (que, a diferencia del IVA nacional, no se “descarga” en la etapa siguiente de comercialización), tendría un efecto más amplio que la propuesta de Ganancias, ya que abarcaría a todas las franjas salariales y no solamente a la comprendida entre los $100.000 y $167.500.

“Oficialismo y oposición se estarían poniendo de acuerdo en reducir la incidencia del impuesto a las ganancias. Mientras tanto, se mantienen impuestos que castigan a los sectores más vulnerables. Tener una agenda tan desenfocada y oportunista es garantía de profundización de la decadencia económica y social”, criticó al respecto.

Para IDESA, subir el mínimo no imponible favorece solamente a un sector de los empleados en relación de dependencia, pero “genera grandes distorsiones porque se amplían las brechas con los que perciben sueldos superiores y con los autónomos, que quedarán tributando como hoy”.

“Desde la oposición, para no asumir el costo político de rechazar esta defectuosa ley, piden extender el beneficio a algunos de los excluidos de manera de mitigar las distorsiones”, agregó.  

Otra mirada sobre Ganancias: dicen que no hay que modificar el impuesto, sino actuar sobre las cargas sociales

IDESA recurrió a “la experiencia internacional” y citó un informe de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) que indica que “en los países desarrollados el impuesto a las Ganancias de las personas recauda aproximadamente 10% del PBI”, cuatro veces más que el 2,4% que embolsa en la Argentina.

Por cargas sociales, la recaudación en el país es más del doble que la de Ganancias a personas humanas y llega al 5,8%, en tanto las provincias recaudan un equivalente al 4% del PBI por Ingresos Brutos.

Es decir que con esos dos impuestos (si bien de jurisdicciones diferentes) “se recauda 4 veces más que con el impuesto a las Ganancias”.

“Esto deja al desnudo de que la iniciativa del oficialismo y la oposición solo tiene fundamento en el oportunismo de congraciarse con sectores electoralmente relevantes y de alto poder adquisitivo”, sentenció IDESA, que a su vez criticó que “el progresismo es para los discursos”, ya que en los hechos “se reduce la incidencia del impuesto progresivo (ganancias), mientras se mantienen los impuestos regresivos (cargas sociales e ingresos brutos)”.

IDESA finalizó su análisis señalando que “impulsar la reducción del impuesto a las Ganancias, argumentando compromiso con la Justicia Social, es un acto extremo de hipocresía” y que el Gobierno tendría que “generar un sistema tributario que promueva el desarrollo social con equidad”, para lo que “se necesita un ordenamiento integral que apunte a la simplificación, a la morigeración de los impuestos más injustos y distorsivos, y a la eliminación del más destructivo: la inflación”.