La inflación en Estados Unidos sigue escalando y alcanzando nuevos máximos. En marzo llegó a su nivel más alto en más de 40 años, superando a la marca previa que correspondía a febrero. El Índice de precios al consumo del tercer mes del año reveló que los precios aumentaron 8,5% en 12 meses, y 1,2% respecto al mes anterior.

El alza interanual de marzo se debe principalmente a un fuerte aumento en los precios de la gasolina en el territorio norteamericano, que se dispararon un 18,3% en el mes, lo que representa aproximadamente la mitad del aumento del IPC general. Los precios totales de la energía aumentaron un 11% en comparación con febrero, lo que incluyó un aumento del 22,3% en los precios del combustible, según precisó el Departamento del Trabajo.

El nuevo récord en cuatro décadas también se explica por los incrementos en alimentos, que subieron un 1%, y la vivienda, incluidos los alquileres, que subieron un 0,5%. Ambos aumentos mensuales siguieron el comportamiento exhibido en febrero. En tanto que las tarifas aéreas aumentaron un 10,7%, mientras que los precios de los autos usados, cayeron un 3,8%, luego de los aumentos registrados el año pasado.

La medición de marzo es la más alta desde el 2005, siendo la primera en recibir el impacto directo del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Ahora, la presión inflacionaria en ascenso pone el foco en la próxima reunión de la Reserva Federal, pautada para el 4 de mayo, donde se prevé un nuevo aumento de tasas.