La actividad económica de la Ciudad de Buenos Aires tuvo en el segundo trimestre una suba del 18,9% respecto del mismo período del año pasado, un punto porcentual más que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) que a escala nacional informó para el mismo período el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

La mejora estuvo impulsada por el aumento del 35,7% en el sector de Producción de bienes, en especial por el repunte de la construcción, que en el período abril-junio de 2020, en el inicio de la pandemia, estuvo prácticamente paralizada en la Ciudad por la aplicación de las restricciones en el marco del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO).

Si bien las restricciones a la construcción se dieron en todo el país, su mayor peso relativo en la Ciudad respecto de otras regiones impactó en el crecimiento de la actividad en el distrito porteño. En sentido inverso, la actividad agropecuaria (de la que CABA es el único distrito del país que no participa) fue considerada esencial desde el comienzo de la pandemia, porque lo que su base de comparación es más alta que otros rubros.

La comparación interanual arroja otra ventaja de CABA en relación con el resto del país, ya que el porcentaje de aumento en el distrito supera en nueve décimas a la caída del 18% que se había registrado en el segundo trimestre de 2020, en tanto el 17,9% de crecimiento nacional es inferior al descenso del 19% del inicio de la pandemia computado por el INDEC.

El detalle aportado por la Dirección General de Estadística y Censos indica que el 18,9% de crecimiento de la actividad económica en general en la Ciudad se compuso de un 35,7% de suba en Producción de Bienes (Industria manufacturera, electricidad, gas, agua y construcción), un 17,2% en Comercio y servicios (Comercio, Hoteles y restaurantes, Transporte y comunicaciones, Intermediación financiera, Servicios inmobiliarios, empresariales, comunitarios, personales y domésticos) y 9,7% en Administración pública, salud y educación.

Dentro del sector Comercio y servicios, existen actividades que cuentan con una baja base de comparación por las restricciones, como Hoteles y restaurantes y servicios domésticos, pero también otras que tuvieron un importante dinamismo, como la Intermediación financiera.

La DGEyC aclaró que más allá de la “acentuada recuperación interanual”, en valores absolutos la actividad “aún se encuentra por debajo del nivel correspondiente al segundo trimestre de 2019”. Asimismo, destacó que “buena parte de las actividades que muestran fuertes incrementos, como ser construcción, comercio y servicios habían sido los más afectados por las restricciones” establecidas en el inicio del ASPO.

En ese sentido, el organismo porteño remarcó que, además de la construcción, las ramas que lideraron la incidencia positiva en el nivel general fueron las de producción de alimentos y bebidas y la de servicios de diagnóstico y tratamiento, en un reflejo de la caída de las consultas médicas en el segundo trimestre de 2020.