Mientras espera el fallo de la Corte, la Ciudad de Buenos Aires pierde $400 millones por día
Por el recorte a la Coparticipación dispuesto en septiembre, el distrito fue el único que tuvo una caída interanual en las transferencias recibidas.
Las transferencias por Coparticipación Federal tuvieron en febrero un aumento interanual del 49% en términos nominales y del 5,9% si se deduce el efecto de la inflación, pero con una particularidad: las 23 provincias registraron un incremento promedio superior al 50% mientras que la Ciudad de Buenos Aires mostró una caída del 39,8% nominal y 57,2% real.
El desfase entre la disminución para CABA y el incremento para el resto del país es consecuencia de las modificaciones en los porcentajes de distribución establecidos en septiembre del año pasado, por el que el distrito gobernado por Horacio Rodríguez Larreta pasó del 3,5% al 1,4% de los recursos transferidos por el Estado Nacional.
La medida fue dispuesta a través de la ley 27.606 y representó para la ciudad una pérdida de recursos para la Ciudad que hasta el momento llega a $30.405 millones, a un promedio diario que en febrero alcanzó a $401 millones.
El Gobierno porteño presentó una demanda ante la Corte Suprema de Justicia, el ámbito donde se dirimen las cuestiones entre jurisdicciones, sin que hasta el momento haya señales acerca de una decisión al respecto.
“El crecimiento interanual hubiera sido mayor en caso de no haber tenido lugar los recortes de transferencias aplicados sobre la CABA desde septiembre pasado” señaló la consultora Aerarium, en un informe en el que explicó que si no se hubiera dispuesto la reducción de transferencias a la Ciudad, la variación nominal del 49% habría sido del 54,7%, en tanto el crecimiento real del 5,9% sería del 9,2%.
La entidad dirigida por Paulino Caballero y Guillermo Giussi agregó que “las modificaciones en el marco normativo generaron que durante febrero la pérdida de recursos para el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ascienda a $7.223 millones, equivalente a una vez y media los fondos efectivamente girados”, que fueron $4.870 millones, inferiores a los $8.091 millones de febrero de 2020.
“Desde el inicio de las modificaciones normativas la Ciudad ha resignado $30.405 millones, destacándose que la pérdida del primer bimestre de 2021 prácticamente empata la acumulada durante el último cuatrimestre de 2020”, completó Aerarium.
La consultora remarcó que “de acuerdo con lo dispuesto en el Artículo 3° de la Ley 27.606, el GCBA recibió una transferencia de $2.042 millones correspondientes al mes de febrero de 2021, que se acumula a los $2.243 millones recibidos en enero y recorta la pérdida a $26.120 millones”.
La Ciudad de Buenos Aires cuenta con aproximadamente el 6,5% del total de la población de la Argentina y aporta alrededor del 15% del Producto Interno Bruto, pero el nuevo esquema de distribución de recursos coparticipables le asigna un 2,38%, inferior al 5,70% que percibió hasta septiembre de 2019.
Si bien la nueva ley establece un 1,40% de la Coparticipación para la ciudad, ese porcentaje no se calcula de la misma manera que las 23 provincias, sino directamente de la distribución primaria correspondiente a la Nación, razón por la que ese 1,40% es equivalente al 2,38% si se lo computa en relación con el resto de los distritos.
A partir del año en curso, los recursos destinados a CABA por Coparticipación pasaron a ser equivalentes al doble de lo que se le otorga a Tierra del Fuego (cuya población es veinte veces menor), la mitad de lo que se le asigna a Chaco, Entre Ríos o Tucumán y nueve veces menos que lo percibido por la provincia de Buenos Aires.
El tratamiento que recibe la Ciudad de Buenos Aires dentro del Régimen de Coparticipación Federal de Impuestos es diferente al del resto del país debido a que cuando se sancionó la ley 23.548, en enero de 1988, la entonces Capital Federal no contaba aún con autonomía, al igual que el Territorio Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
La ley establece dos instancias en el reparto de recursos: la distribución primaria, que indica los porcentajes asignados a la Nación y a todas las provincias, y la secundaria, que dentro de estas últimas precisa cuánto le corresponde a cada una.
Tierra del Fuego alcanzó la autonomía en 1991 y la Ciudad de Buenos Aires en 1996, pero su tratamiento en cuando a la asignación de recursos coparticipables no fue el mismo: Tierra del Fuego pasó a formar parte del lote de provincias dentro de la distribución secundaria, pero el porcentaje de CABA no se tomó de esa masa sino de la correspondiente a la Nación en la distribución primaria.
Por tal razón, los porcentajes asignados a CABA deben ser recalculados si se los quiere comparar con el de cada una de las 23 provincias.
El 3,50% vigente hasta el 15 de septiembre del año pasado es equivalente al 5,70%, el 2,32% dispuesto desde entonces y hasta el 31 de diciembre representó en los hechos un 3,78% y finalmente el 1,40% que volvió a regir el 1° de enero es en realidad un 2,38%.
Los porcentajes asignados a CABA, a diferencia de los correspondientes a las provincias, pudieron ser modificados cuatro veces en los últimos cinco años porque no forman parte de la ley 23.548 sino que se los dispuso por decreto, precisamente por la ya señalada declaración de autonomía posterior a la sanción de la Coparticipación.
Ese status cambió con la aplicación de la nueva asignación por ley, pero aún subsisten las diferencias: la Coparticipación establecida en 1988 es una ley convenio y para su modificación se requiere el acuerdo unánime de las 25 partes (la Nación, las provincias y la Ciudad de Buenos Aires) y la adhesión de las 24 legislaturas, trámite que no es necesario en el caso de querer modificar la ley 27.606.