El riesgo país sigue subiendo a medida que se acercan las elecciones
En lo que va del año ese indicador elaborado por JP Morgan trepó 26%. Cuáles son las dudas de los inversores.
A medida que se acercan las elecciones legislativas del 14 de noviembre, el riesgo país sigue subiendo y ya alcanza los 1.733 puntos.
El índice elaborado por JP Morgan, que mide el sobrecosto de la deuda argentina respecto de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, ya saltó 26,3% en lo que va del año.
Representa un nuevo récord desde que se cerró el canje de deuda en septiembre del 2020, y refleja la caída en los principales bonos.
Los títulos argentinos se desplomaron 35% desde que se realizó el canje de deuda.
Este año ya cayeron 14% en el año, un tema que fue parte de la preocupación mostrada por los fondos de inversión cuando se reunieron con representantes del gobierno argentino semanas atrás en Nueva York.
Analistas adjudican la caída de los títulos públicos a la incertidumbre del mercado sobre el repago de la deuda si no llega pronto un acuerdo con el FMI.
Los fondos de inversión cuestionan, además, la persistencia de inconsistencias macroeconómicas, sin que aparezca una solución en el horizonte.
Y alertan sobre una escasez cada vez mayor de reservas netas del Banco Central.
Economistas advierten, además, que existe un aparente enfriamiento en las relaciones con el FMI, aunque el ministro de Economía, Martín Guzmán, acaba de mantener una prolongada reunión con técnicos del organismo en Roma.
Si esas objeciones se consolidan, alertan que aumentará la probabilidad de un default en el primer trimestre del 2022.
El mercado duda de que se pueda llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario antes de marzo.
En ese mes vence el período puente acordado para pagar la deuda con Club de París, pero también se debe afrontar un vencimiento de unos USD 3.000 millones con el FMI.
Consultoras alertan que la dinámica del riesgo país de la Argentina refleja una alta incertidumbre sobre las perspectivas macroeconómicas.
Lo que más teme el mercado es que el gobierno se vea obligado a aplicar un ajuste desordenado, que incluya una fuerte devaluación tras las elecciones.
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Entre los inversores también hay gran desconfianza por el aumento del intervencionismo del Estado en la economía, indicó el analista económico Jorge Neyro.
Dijo que uno de los principales interrogantes es si la Argentina podrá hacer reformas relacionadas con el gasto público, teniendo en cuenta que en tres o cuatro años habrá fuertes vencimientos de títulos públicos.
También advierten que los controles cambiarios se volverán cada vez más insostenibles.
En ese sentido, trascendió que el FMI está pidiendo un plan para ir desmantelando el cepo cambiario en la forma lo más ordenada posible.
Todo en un escenario en el que el Banco Central sigue perdiendo reservas en su intervención cambiaria diaria.
Los analistas cuestionan, además, la ampliación de la brecha entre el denominado "contado con liqui libre", que opera a través de acciones y ronda los $217, y el intervenido con el bono AL30, que se ubica en los $180.
Para los especialistas, la ampliación de esa brecha refleja pérdida de efectividad del Banco Central para mantener a raya las cotizaciones de la divisa norteamericana.