El riesgo país de la Argentina volvió a subir hoy, a 1.822 puntos y casi 33% en el año, en medio de las dudas persistentes entre los mercados e inversores sobre el demorado acuerdo con el FMI antes de los fuertes vencimientos de principios del año próximo.

El alza sostenida de ese indicador ´maldito´ para la Argentina tiene a mal traer a los funcionarios y el Gobierno no termina de definir una estrategia para disipar las crecientes dudas entre quienes tienen su dinero invertido en bonos de la Argentina.

Por caso, el ministro de Economía, Martín Guzmán, viene dedicando sus últimos días a reunirse con otros miembros del Gabinete, pero sin dar demasiadas pistas sobre cuál es el plan que se le presentará al FMI para convencer a sus socios de que deben extenderle otro cheque al menos a diez años a la Argentina.

A esto se sumaron operadores interesados en el mercado que abrieron un nuevo frente de tensión.

Sostienen que el gobierno que asuma en 2023 deberá volverse a sentar con los bonistas con los que Guzmán renegoció la deuda el año pasado, porque hacia 2025 empiezan a producirse vencimientos que llegarán a USD 12.000 millones anuales.

En este escenario, José Ignacio de Mendiguren, ex ministro de Eduardo Duhalde tras la crisis del 2001 y ahora al frente del banco BICE, salió a mostrar su enojo con los mercados.

"La economía real muestra números muy positivos e importantes, como el superávit comercial de octubre, que fue de USD 1.600 millones, el segundo valor más alto para el mes en 10 años. En los primeros 10 meses del año se generó el mayor superávit comercial desde 2009, y el segundo desde 2003", destacó.

Pero se quejó de que la información que circula es que el riesgo país está en 1.700 puntos (en realidad 1.822).

"Estos números de crecimiento dejaron de ser rebote, son tendencia. Y el FMI y los mercados deberían celebrar la recuperación del país en lugar de mirar el riesgo país, porque sólo si crecemos vamos a poder pagar la deuda que dejó el gobierno anterior", advirtió.

Destacó que "lo que está haciendo el gobierno es poner en marcha a la economía real del país, la que genera dólares.

"Argentina tiene una fábrica de dólares en el sector agroindustrial, el sector hidrocarburos, el turismo, la minería, la economía del conocimiento, la electromovilidad", señaló.

Qué le preocupa al mercado.

Las elevadas tasas de interés le bloquean a la Argentina la posibilidad de financiarse en los mercados internacionales desde hace más de dos años.

Luego de superar los 1.800 puntos, el riesgo país ya registra una suba de 110 puntos o 6,4% en el mes, y respecto de principios de año el salto alcanza los 450 puntos básicos o 33%.

En el caso de la Argentina, con 1.822 puntos básicos, implica un diferencial superior al 18% respecto de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos a 10 años, que pagan una tasa de 1,64% anual.

Si la Argentina intentara colocar un bono a diez años, debería convalidar una tasa de casi 20% anual en dólares para encontrar alguna demanda en el mercado.

El riesgo país es el más alto desde el 10 de septiembre de 2020, cuando el país reestructuró su deuda con acreedores privados.

Y emparda los 1.824 puntos del 2 de enero de 2020, cuando recién asumía la presidencia Alberto Fernández, antes del canje con bonistas.

Es similar, además, al que la Argentina tenía en enero de 2020, antes del canje de deuda con acreedores privados.

La suba de riesgo país que elabora el JP Morgan responde centralmente a la caída de las cotizaciones de los bonos Globales, emitidos en dólares bajo ley extranjera.

Para analistas de mercado, la baja de los bonos obedece a los ruidos en lo esquema monetario, la brecha en niveles insostenibles (esta semana superó el 115%) y un BCRA escaso de divisas.

El economista jefe de la consultora Econviews, Andrés Borenstein, explicó a la agencia NA que genera mucho ruido en el mercado la elevada emisión monetaria antes de las elecciones, que "hace imposible contener la inflación".

La continuidad del déficit fiscal anticipa más emisión de pesos y eso genera presiones adicionales sobre una inflación ya en alza permanente.

La otra pata clave que impulsa el ruido financiero es la brecha cambiaria en niveles superiores al 100%.

La consideran "insostenible", y el propio ministro de Economía admitió que es uno de los factores que más complican alcanzar un plan sostenible.

El economista Carlos Melconian advirtió esta semana que esta brecha se "resuelve" por las buenas o las malas, a través de una brusca devaluación, reprimida por ahora mediante un estricto control de capitales.

Otro dato que refleja el problema de acceso al financiamiento por parte de la Argentina es que en 1.800 unidades, el riesgo país se ubica 1.400 puntos básicos por encima del promedio de las economías emergentes, como las de Perú, Ecuador y Chile.