Las condiciones financieras de la economía argentina mejoraron en diciembre -por segundo mes consecutivo- impulsadas tanto por factores locales como externos, aunque para el país resulta necesario tener acceso al mercado internacional de deuda para evitar una nueva reestructuración.

Así lo señaló un informe del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) que puntualizó que durante el último mes de 2022 el Índice de Condiciones Financieras (ICF) escaló 30,1 puntos, la segunda suba consecutiva, que le permitió recuperar más de 42 puntos en los últimos dos meses del año.

Esta es la suba mensual más alta desde julio de 2020, destacó la entidad empresaria, que a la vez precisó que el subíndice de condiciones locales mejoró suba de 14,1 puntos respecto a noviembre y acumulando un avance de casi 28 puntos en dos meses.

El ICF local creció en cuatro de los últimos cinco meses, aunque sigue en zona de "stress severo" desde hace 46 meses, según el IAEF. El informe señaló que el peor mes de este subíndice fue julio, cuando hubo tres ministros de Economía (Martín Guzmán, Silvina Batakis y Sergio Massa) en apenas 30 días.

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Las dos variables que mejor se desempeñaron en diciembre a nivel local fueron la depreciación esperada y la confianza en los bancos, apuntalada por el crecimiento de los depósitos en dólares; en tercer lugar, aportó la baja del riesgo país.

Por su parte, el subíndice de condiciones externas salió de la zona de stress moderado en el que estaba desde septiembre: la menor volatilidad de los precios de las materias primas y una mayor confianza entre bancos fueron los que más contribuyeron para que ello ocurra.

El IAEF evaluó que "el mundo se empieza a mostrar un lugar mucho más hostil. Y si bien la Argentina no está muy conectada financieramente, es menester llegar a tener acceso al mercado de deuda para el sector público en 2025 si es que se quiere evitar una nueva reestructuración de deuda".

"Más allá de los problemas autóctonos, el costo de esa deuda, de poderse emitir, será mucho más alta que la que consiguieron en los últimos dos años la mayoría de los países emergentes. Y a esto se suman discusiones sobre la capacidad de endeudamiento del estado en moneda local, lo que agrega volatilidad e incertidumbre", añadió el reporte.

No obstante, subrayó que los problemas financieros del Estado "se convirtieron en una oportunidad para las compañías que buscan plata, ya que los jugadores del sistema financiero local hoy están buscando aumentar el riesgo en el sector privado y bajarlo en el sector público".