Mayo es el mes de mayor acumulación de reservas de la era Fernández-Pesce
Aún falta computar un día y los US$ 1.624 millones son el máximo valor mensual desde julio de 2019, cuando se computó el último desembolso del FMI.
La compra de divisas que el Banco Central intensificó en el primer tramo del año tuvo su correlato en un incremento de las reservas internacionales, al punto que en mayo se contará con el mejor balance mensual desde la asunción del presidente Alberto Fernández y el titular de la autoridad monetaria, Miguel Pesce.
Cuando aún falta computar un día, las reservas acumuladas en este mes alcanzan un nivel provisorio de 1.624 millones de dólares y superan la mejor marca del tándem Fernández-Pesce, que se registró en diciembre de 2019, con 1.009 millones (997 millones desde el 10 de diciembre).
El Banco Central informa el nivel consolidado de reservas con 48 horas de rezago, por lo que habrá que esperar hasta el miércoles 2 de junio para contar con el balance definitivo de mayo.
Para encontrar un balance mensual superior al de mayo hay que remontarse a julio de 2019, aunque en ese caso debe tenerse en cuenta que los 3.621 millones de dólares de crecimiento de reservas fueron el resultado de haber incorporado el último desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI), sin los que el resultado hubiera sido negativo.
Desde entonces, a partir del mal desempeño del entonces oficialista Juntos por el Cambio en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 11 de agosto, las reservas acusaron un derrumbe que en el término de tres meses representó una caída de 24.639 millones de dólares.
Con el resultado de mayo, las reservas internacionales cerrarán por primera vez en el actual Gobierno seis meses consecutivos de crecimiento, aunque aún así el balance desde el 10 de diciembre de 2019 sigue siendo negativo: restan 1.898 millones de dólares para igualar los 43.785 millones con los que asumieron Fernández y Pesce.
La evolución de las reservas en actual gestión reconoce tres períodos diferenciados: un comienzo errático, alternando subas y bajas (diciembre 2019-agosto 2020), un trimestre con caídas de más de mil millones de dólares por mes (septiembre 2020-noviembre 2020) y un período de crecimiento, hasta el momento de seis meses (diciembre 2020-mayo 2020).
El viraje de las reservas evidenciado en diciembre obedece en buena medida al cambio de estrategia del equipo económico instrumentada en el último trimestre del año pasado.
Desde entonces, Pesce y el ministro de Economía, Martín Guzmán, resolvieron que el Tesoro dejara de financiarse con adelantos transitorios del Banco Central que, además, redujo sustancialmente la transferencia de utilidades.
Asimismo, el Palacio de Hacienda dejó de recurrir a la emisión monetaria como principal fuente de financiación del déficit fiscal, recurriendo desde entonces a la colocación de deuda en el mercado local.
Pero el principal factor que marcó el cambio fue el aumento de los precios internacionales de las commodities, en especial la soja y el maíz, que además de permitirle a Economía una mayor recaudación por derechos de exportación, cambió el perfil del Banco Central de vendedor a comprador de divisas en el mercado mayorista.
Se estima que las compras de mayo superarán los 2.000 millones de dólares y que en los primeros cinco meses de 2021 sobrepasarán los 5.500 millones de dólares.
Ese monto no es equivalente al aumento de reservas (2.477 millones de dólares entre enero y mayo) en parte por el pago de servicios de la deuda, pero principalmente por la decisión del Banco Central de intervenir en el mercado para atenuar la suba de los denominados “dólares financieros” (MEP y Contado con Liquidación).